| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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¿Se merece el Mini eléctrico el apellido Cooper que luce?

Gracias a sus 184CV, sus modos de conducción y a los 150 kilos que adelgaza frente a su hermano equivalente de combustión, el Mini Cooper SE promete altas dosis de diversión.

| Motor Lobby - Borja Fadón Motor

Con 60 años a sus espaldas y más de 20 millones de unidades vendidas, el Mini es sin duda el coche urbano con más elegancia para moverse por la ciudad. La marca se ha reinventado en varias ocasiones desde que nació, pero el espíritu de este modelo sigue inalterado, y en su última iteración eléctrica llega para ofrecer uno de los productos con más glamour de la imparable electrificación imperante. En un momento en que el automóvil va a pasos agigantados hacia los enchufes, Mini amplía su gama con el primer vehículo 100% eléctrico de su historia.

Llega como un complemento perfecto al híbrido enchufable Mini Countryman Cooper S ALL4, que es un SUV de 5 puertas y la solución más inteligente para quien necesite un coche más versátil, el Mini Cooper SE eléctrico es un 3 puertas puro, y con su autonomía de 234 kilómetros quiere ser un producto eminentemente urbano.

En comparación con el Mini de 3 puertas con motor de combustión las medidas no cambian (3,82 metros de largo, 1,72 m de ancho y 1,41 de alto). Lo que sí varía es que la carrocería del eléctrico está 18 milímetros más elevada para poder albergar la batería, que está situada en los bajos del vehículo, entre los asientos delanteros y traseros. El maletero permanece inalterable en los 211 litros, que, tumbando los asientos traseros, se pueden aumentar hasta los 731.

La batería de 32,6 kWh no da para grandes desplazamientos con comodidad mientras la red de recarga no evolucione. Como sucede con todos los eléctricos, en esa distancia máxima influye el tipo de conducción, la climatología y la orografía.

Para jugar con las distancias que podremos recorrer contamos con cuatro modos de conducción (Sport, Mid, Green y Green+) que influyen en la forma en que el motor entrega la potencia. Complementarios a éstos están los dos tipos de frenada regenerativa que monta el coche: El primero de ellos es el que más aprovecha la energía que se produce al frenar al vehículo, mientras que el segundo no llega a detener el coche al dejar de pisar el acelerador.

El primero prima la recarga de la batería y está pensado para la ciudad, pero ambos pueden ser utilizados para hacer una conducción denominada one pedal, donde no hay que tocar el freno prácticamente, ya que al dejar de pisar el acelerador el coche se detiene (de una forma casi inmediata o más progresiva, en función del modo elegido) sin tener que accionarlo.

Deportividad innata

Quien haya conducido ya un eléctrico sabrá lo divertida que resulta su conducción, ya que entregan todo el par motor desde el primer instante y de forma continuada, con lo que las aceleraciones son fulgurantes, especialmente el 0 a 60Km/h. Este Mini pasa de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y además mantiene intacta la estabilidad marca de la casa, ya que los ingenieros han adaptado el control de estabilidad a esa inmediatez y el coche es 145kg más ligero que el Cooper S de combustión e igual potencia. Además, tiene un pisar seguro por el buen reparto de pesos del que goza (59% delante y 41% detrás).

Los tiempos de recarga (del 0 al 80%) de la batería son: 35 minutos en un punto de 50 kW, 2,5 horas en uno de 11 kW, 3,2 horas en 7,4 kW y 12,5 horas en un enchufe doméstico de 2,3 kW, y ahí reside el principal problema en el uso intensivo de estos coches, pero es una circunstancia temporal mientras el gobierno se decide a adaptar la red. Está a la venta con cuatro acabados S (desde 33.950 euros), M (36.500), L (39.000) y XL (41.000). Desde el más básico son de serie las luces led, la climatización bizona, la calefacción con bomba de calor, la calefacción auxiliar, el freno de mano eléctrico y el navegador Connected Navigation, entre otros elementos. Frente a sus competidores ofrece y se posiciona en el espectro Premium, ya que el Peugeot e-208 sale desde 29.600 euros y el Opel Corsa-e desde 28.650 euros.