| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El desvarío de Puigdemont: viste chaleco antibalas y obliga a probar su comida

La ansiedad está haciendo estragos en el expresidente de la Generalitat, que viste chaleco antibalas y hace probar la comida a sus escoltas, según un relato de su vida en Waterloo.

| ESdiario Medios

Desconfiado, temeroso y presa de continuas crisis de ansiedad. Así vive Carles Puigdemont, que lleva casi 16 meses fugado de la Justicia española y que reside en la ciudad belga de Waterloo, tras pasar por Alemania, país que evitó su extradición.

‘Maniac Mansion’ es el nombre que algunas personas del entorno del expresidente de la Generalitat le han dado a la casa de Waterloo, según el demoledor retrato que hace de su vida en ella Salvador Sotres en las páginas de ABC. Los delirios y las obsesiones del dirigente independentista están detrás de este título.

 

"Cree que quieren asesinarle. Sus personas de confianza aseguran que sale muy poco de 'Maniac Mansion' y que cuando sale lo hace provisto de un chaleco antibalas, y que por ello aparece más rechoncho en los retratos. "¡No está gordo, está loco!", exclama uno de los habituales de Waterloo, harto de los desvaríos de su jefe", narra Sostres. 

Hasta tal punto ha llegado su miedo enfermizo a que acaben con su vida, que huizo probar a sus guardaespaldas unos dulces que le regalaron. "El último domingo de 2018, en la habitual 'happy hour' en la que sale al jardín a saludar a los que han ido a visitarlo desde España, unos admiradores quisieron obsequiarle con una caja de los famosos pastelitos de Rasquera, comprados en la célebre pastelería Piñol Puig de este pueblo de la provincia de Tarragona. Por no parecer borde, ni que despreciara el regalo, abrió la caja pero en lugar de comerse uno, los ofreció a los agentes que se ocupan de su seguridad, por ver si contenían algún tipo de veneno. 'Al ser tan dulces', le dijo a uno de sus colaboradores, 'es más fácil que el veneno no se note'", cuenta el columnista. 

De acuerdo con el retrato de Sostres, estas obsesiones y la creciente desconfianza del expresidente, hace que esté perdiendo apoyos con rapidez. Según el articulista, nadie en 'Maniac Mansion' "confía en la cordura del que hace un año veían como al líder indiscutible que encarnaba la épica de los que querían una Cataluña independiente".