Los líderes independentistas tienen la piel muy fina cuando los insultados son ellos. Pero callan cuand o los acosados y agredidos son los constitucionalistas. Esta es la última.
Es la ya conocida doble vara de medir del independentismo. Ha callado este fin de semana mientras Inés Arrimadas (Cs) o Cayetana Álvarez de Toledo (PP) han sido insultadas, amenazadas y humilladas durante sus actos de campaña en Cataluña.
Pero han puesto el grito en el cielo por un incidente de dudoso gusto pero enmarcado en una antigua tradición festiva de una localidad de Sevilla.
Ha sido en Coripe, donde es costumbre quemar al Judas, que cada año es simbolizado por un personaje de actualidad. En este caso, Carles Puigdemont. Quim Torra amenaza con los tribunales, Rufián clama y los independentistas se rasgan las vestidura.
Pero ha sido precisamente un histórico de Convergencia, el exdiputado y exeurodiputado, Ignasi Guardans, el que ha desmontado de raiz la ofensiva victimista de los secesionistas.
Rodrigo Rato “fusilado” en Coripe. Las críticas a esta fiesta son legítimas, y las comparto. Mal gusto. Pero ignorar su contexto es una forma más de manipulación. pic.twitter.com/5c3oW0grJB
— Ignasi Guardans (@iguardans) April 22, 2019