| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Vamos a la cama

La ministra con los bucles tintados de oro Yolanda Díaz, exégeta de la voluntad común y autoritaria como una zarina rusa, debió quedar (opino) traumatizada en su infancia con La familia Telerín y su famoso spot de aquella televisión monopolista por única: “Vamos a la cama, que hay que descansar, para que mañana podamos madrugar…”, emitido 20, 30 en invierno, y a las 21 verano. La inclemente mirada de sus padres tras el anuncio indicándole la forzosa retirada a su habitación debió provocar en Yoli no pocas rabietas y juramentos de venganza para cuando se hiciera mayor.

Los ha cumplido: ahora quiere mandar a toda la vasca nocturna, y según ella noctívaga, a las 12:00 de la noche, porque si es el tiempo que, hasta la una (hora del nuevo toque de queda) más temprana, se tarda en cobrar, retirar mesas, fregachina, y demás menesteres de un restaurante.

Por cierto, hoy es posible prolongar cena y tertulia en muchísimos bares, mesones, long-bar, establecimientos VIP y pubs, por no hablar de los “comederos fast food” donde te sirven hasta bien tarde, y cuyo horario se viene prolongando según permanencia de la clientela, esencialmente en los fines de semana.

mi señora ministra, si usted mira más allá de sus aguileñas narices observará que como buenos mediterráneos poco nos parecemos a las aburridas Finlandia o Groenlandia

Es más, los horarios firmados por convenio, ahí está la Magistratura de Trabajo para quien no los cumpla, son absolutamente disímiles, pongamos por caso en pueblos y ciudades vacacionales cuáles Benidorm, Moraira, Cullera, Peñíscola… del Mediterráneo lindante, a los del interior y su clima continental en la Comunidad Valenciana como Bañeres, Onteniente, Segorbe de la serranía castellonense.

Pero, y, en cualquier caso, díganme ustedes a quién no le apetece esas infusiones y/o copa larga que acompañan sobremesas de conversaciones después de una cena provechosa. Por cierto, nadie apunta que son esas copichuelas y cócteles los que aumentan la factura y su mejor beneficio para el establecimiento.

Obviamente el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, se ha horrorizado con la vesánica ocurrencia de la ministra, como la ONCE un número cada día, asegurando que España es envidia y auténtica maravilla turística, al punto de que todo el mundo lúdico desea parecerse a nuestro país como potencia hostelera y destino vacacional, pues, mi señora ministra, si usted mira más allá de sus aguileñas narices observará que como buenos mediterráneos poco nos parecemos a las aburridas Finlandia o Groenlandia cuyo gélido clima no permite nuestro habitual callejear. Y si se molesta en leer allende de sus ególatras discursos de maestrilla marxista, averiguará que esta industria representa el 12,8 del PIB total, récord batido en 2023.

La señora de los tirabuzones y mirada oblicua quería desviar la atención de la “koldoenteritis” reciclándonos en cartujos desnutridos también intelectualmente

Esta autócrata de Sumar, más bien Restar, entiende que la mejor defensa es un buen ataque, y ya puesta en jarras sobre el modelito cotidiano, nos acusa a los tertulianos de tendenciosos y simplones, cuando ni siquiera los de su cuerda aprueban la medida de darle cambiazo a nuestras vidas. ¿También la Excelentísima piensa dejar su habitual cenorrio y copeteo por Malasaña donde se la ha visto con su panda hasta las tantas de la madrugada? ¿O si en La Moncloa dan ustedes una rueda de prensa ya bastante atardecido, los periodistas en lugar de irnos a la redacción, y después de acabar de maquetar a las 12, tras lo cual es forzoso un bocata cuando menos, podremos nutrir nuestros estómagos vacíos en el comedor del Ministerio de Trabajo? ¿Hablamos de horarios en hospitales, limpieza urbana, servicios de mantenimiento, transportes ocio nocturno…? ¿Alguien se imagina a un camarero expeditivo levantando de las terrazas en las grandes poblaciones vacacionales a los guiris? Seguro que no vuelve a España ni uno.

La señora de los tirabuzones y mirada oblicua quería desviar la atención de la “koldoenteritis” reciclándonos en cartujos desnutridos también intelectualmente, abusando de su incontinencia bocazas, sin querer entender que existen varias Europa con antropologías y costumbres bien distintas, pero la carcajada unánime ante semejante descaro imaginario, empezando por los propios hosteleros, ha sido tan sonora como la de la Real Academia de la Lengua Española cuando a la moza fresca se le ocurrió lo del tercer artículo gramatical: “les”, ciscándose en Nebrija y demás etimólogos/as que en española lengua han sido.

A esta superlativa, más de mente que de frese, sólo le queda en su próxima boutade la anunciación del fin mundo, según el apocalipsis de San Juan, o de Sumar, cuando en lugar de ser la izquierda crítica del PSOE, o sea: la portavoz del Partido Comunista Español intenta demostrarse como la servil sparring pelotera fajando los directos que abaten, un día sí y otro también, la indolente jeta de Perico Sánchez.

En general todos, pero los jóvenes y “jovenesas” especialmente deben de estar contentos con semejantes salidas del mingitorio al tiesto por parte de una ministra que debería alentar el ocio hasta que el cuerpo aguante (según edades), dejando a los hosteleros de cualquier sector administrar sus tiempos y convenios colectivos como en cualquier otra relación laboral.