| 06 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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¿Se le requiere alicantinidad?

La candidata del PSOE a la alcaldía de Alicante mantiene su portada de twitter con una foto del castillo de Sax, de donde es originaria y donde fue alcaldesa entre 2003 y 2011

| A. Maestre Edición Alicante

Ana Barceló Chico ya es la candidata del PSOE a la alcaldía de Alicante para las elecciones municipales de mayo de 2023. A partir de ahora tendrá que dar muestras -y tapar bocas- sobre su ‘alicantinidad’. Es obvio que si pretende gobernar la ciudad tenga que someterse a un minucioso examen de conocimiento del medio, de las tradiciones, los obstáculos y los problemas con los que conviven los alicantinos, para acertar a la hora de proclamar soluciones.

 

Si no quiere ser una ‘alcaldesa florero’ tendrá que tomar el mando y guiar el timón del destino alicantino, y para eso ha de entender las particularidades de sus gobernados, convivir con sus vecinos e implicarse en su día a día. Convendría traerlo aprendido de casa, habiendo vivido o compartido vivencias con los vecinos de la ciudad. No es que para dirigir el ayuntamiento se deba someter a un test de ADN alicantino, pero no viene nada mal haber vivido en la ciudad y haber compartido momentos –buenos y malos- con quienes luego tocarán su puerta.

Tiene siete meses por delante y se espera de ella que sea algo más que una marioneta de Ximo Puig

La candidata del PSOE a la alcaldía de Alicante mantiene su portada de Twitter con una foto del castillo de Sax, de donde es originaria y donde fue alcaldesa durante dos legislaturas, entre 2003 y 2011.

De allí seguro que conocerá los pormenores. Sin que su equipo de asesores le hagan el trabajo, ella entenderá la mayor o menor importancia de cada queja vecinal de los sajeños. Tendrá criterio para destinar más o menos presupuesto a uno u otro colectivo y su ‘militancia’ sajeña le habrá inculcado el sentimiento por su patrón, San Blas, con el que –al margen de criterios religiosos- se emocionará cuando cada tres de febrero sale de su Ermita.

Sabrá de su hermanamiento con Turquía. Conocerá al ‘Tito’, al ‘Butanito’, a Pascual Chico o a Vaquer y sentirá orgullo por el bioquímico Alberto Sols y por el poso investigador que inculcó en el municipio. Detectará de un plumazo a tantos otros sajeños que hacen grande aquél querido municipio, cuna de los Moros y Cristianos surgidos de la soldadesca del siglo XVIII y de principios del XIX y que hoy conforman una singularidad de sus gentes. ¿Y de Alicante, puede decir lo mismo?

 

Ana Barceló tiene trabajo por delante. Me consta que es aplicada y tenaz, por lo que confío en que interiorice todos esos conceptos de ‘alicantinidad’, que ya tiene asumidos sobre Sax.

Tiene siete meses por delante, menos de lo que dura una gestación. Ahora se espera de ella que sea algo más que una marioneta de Ximo Puig. Algo más que un alfil puesto en Alicante para controlar el peso del PSPV en la asamblea local socialista alicantina. Se espera de ella que sea alicantina por encima de todo, y que sea capaz de criticar a Valencia -gobierne quien gobierne-, y también a Madrid. Bienvenida a la política local de Alicante candidata.