| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Joan Baldoví, diputado nacional de Compromís por Valencia
Joan Baldoví, diputado nacional de Compromís por Valencia

Baldoví

Me molesta su verborrea de charlatán de feria, su capacidad de crispación y cómo, a través de sus intervenciones esperpénticas, degrada moral y políticamente la vida paralamentaria

| Juan Navarro Edición Alicante

De Joan Baldoví no me inquieta su “torpe aliño indumentario”, ni su tono de voz, ni sus gesticulaciones más cercanas a los primates que al “homo sapiens”, no me inquieta.

Me molesta su verborrea de charlatán de feria, su capacidad de crispación y cómo, a través de sus intervenciones esperpénticas, degrada moral y políticamente la vida paralamentaria.

Me inquieta que uno de los representantes de la Comunidad Valenciana en el Congreso de los Diputados sea un sectario que de pequeño se educó en los Salesianos y ahora proponga subvertir el orden constitucional proclamando la IIIª República.

Me inquieta sus reacciones contra un diputado que, aún siendo juez en excedencia, llamó bruja a una diputada cometiendo una tremenda torpeza, falta de educación, elegancia parlamentaria y modales.

Baldovi subió a la tribuna gritando y fuera de sí, llamó fascista al diputado de VOX agregando otras expresiones degradantes tan queridas a la izquierda caviar y divina cuando alguien piensa distinto.

Pero lo que más me inquieta son los silencios de Baldoví.

Sus silencios cuando Marta Carvalho, diputada de ese movimiento nazionalista llamado ERC, en el Congreso se encaró con Macarena Olona llamándole fascista e insultándola gravemente, apenas unos centímetros de distancia, escupiéndole sus insultos y visiblemente fuera de si.

Baldovi es el miembro de Compromís que cuando tomó posesión de su escaño, llegó al palacio de la carrera de San Jerónimo acompañado de una orquestina típicamente popular, a saber, un bombo, una trompeta y un trombón, únicamente le faltó la cabra y la escalera estrecha donde la cabra hace ejercicios de malabarismo para llegar al paroxismo vergonzoso.

Baldoví es el miembro de Compromís que calla como una puerta cuando sus conmilitones de Bildu hacen homenajes a asesinos de ETA que han matado a niños y en lugar de llamarlos asesinos, se sienta con ellos y dialoga y pacta bajo el supremo mandato de la soñada IIIª República.

Me aterra que este maestro se graduase en magisterio y le hubiese podido dar clase a mis hijos

 

Baldoví es el miembro de Compromís que dialoga y pacta estrategias conjuntas con sediciosos habituales como Gabriel Rufián y demás miembros de ERC condenados por el Tribunal Supremo y amnistiados por un gobierno que hace honor al apellido de Rufián.

Baldoví es el miembro de Compromís que callaba cuando su jefe de filas, Mónica Oltra, Vicepresidente del Gobierno Valenciano escondía los informes que denunciaban los abusos sexuales de su marido en la residencia de menores donde trabajaba y por el cual ha sido condenado, el marido, a varios años de cárcel. Incluso Oltra, hasta los últimos días, seguía afirmando que ella no tenía nada que ver cuando es la responsable de dichos centros.

Baldoví es el miembro de Compromís que calla cuando en las Islas Baleares, un centro de tutela de menores, a los cuales protege el gobierno y los poderes públicos, es un foco de prostitución infantil con menores de edad.

Por ello no me inquieta su torpe aliño indumentario, más propio de un peón de albañil, “escampa en la Vanguardia la fiambrera y se festeja con media botella de priorato (Serrat caminito de la obra)”, que de un maestro de enseñanza primaria, pero parafraseando su intervención en el Congreso de los Diputados, me aterra que este maestro, que quiso estudiar económicas y no aprobó ni siquiera el recreo, se graduase en magisterio y le hubiese podido dar clase a mis hijos.

Juan Navarro.