El Parque Natural de Despeñaperros duplica su espacio protegido

Despeñaperros es conocido por la mayoría de la población por ser la frontera natural entre Andalucía y la meseta, pero pocos saben de la riqueza ecológica de este espacio que está declarado como Parque Natural desde el año 1989. Ahora da un paso fundamental para preservar el entorno, ya que la Junta de Andalucía ha iniciado los trámites para ampliar a más del doble la extensión del mismo, en la provincia de Jaén, pasando de las 7.649 hectáreas actuales a más de 15.500.

Una ampliación que se consigue con la inclusión en esta figura de protección de la cascada de Cimbarra y la cuenca del río Guarrizas, mediante la formulación de un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales. Con esto, el Gobierno andaluz amplía el área de conservación del Parque Natural que recorre Sierra Morena, sumando dos nuevos espacios que hasta ahora contaban con diferentes grados de protección, centrándose no solo en las especies y hábitats, sino también en la belleza de sus paisajes, la representatividad de sus ecosistemas o la singularidad de su flora, de su fauna o de su diversidad geológica, incluidas sus formaciones geomorfológicas.

El Parque Natural de Despeñaperros se extiende en la actualidad en su totalidad en el término de Santa Elena, en el norte de la provincia de Jaén, pero ahora se duplica con una propuesta de conservación que cuenta con una amplia aceptación social y con la conformidad de los cinco ayuntamientos cuyos términos municipales se incluyen en la misma (Santa Elena, Aldeaquemada, Vilches, Navas de San Juan y Santisteban del Puerto), ya que consideran será un elemento dinamizador y que contribuirá de forma decidida al desarrollo socioeconómico de la comarca y a la mejora de la calidad de vida de su población.

Una buena noticia para la comunidad que sigue defendiendo y protegiendo sus recursos naturales y ampliando estos 'pulmones verdes' por toda la región, que puede presumir se contar con tres Parques Nacionales en su territorio: Doñana, Sierra Nevada y la Sierra de las Nieves, convirtiéndose en un destino preferente para los amantes de la naturaleza. Pero estas figuras también sirven para anclar la población de los pequeños municipios que se distribuyen en estos espacios naturales.