La gestión pasada y presente de Montero lastra la nueva etapa del PSOE de Andalucía

En dos días se han puesto boca arriba las cartas en el PSOE y se ha conocido quien será la persona elegida por Ferraz para liderar la federación socialista más numerosa del país, la andaluza, y la más necesaria para que Pedro Sánchez pueda resistir en el poder. Así que la encargada de intentar recomponer al PSOE andaluz será la mano derecha de Sánchez, vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, que presentará este miércoles, 8 de enero, su precandidatura a la Secretaría General del PSOE-A. Una responsabilidad en la que aspira a relevar a Juan Espadas, que acaba de anunciar que renuncia a concurrir para renovar el cargo.

La presentación será a las 17.30 horas en la sede provincial del PSOE de Sevilla, donde Montero ha convocado un "encuentro con la militancia" para anunciarles su concurrencia a las primarias que culminará con el XV Congreso regional los días 22 y 23 de este próximo mes de febrero en Armilla (Granada). Aunque cabe destacar que no será la única candidata, ya que el catedrático de la universidad Luis Ángel Hierro ha formalizado su inscripción y de nuevo intentará echar un pulso a los pesos pesados que decide Ferraz, aunque para ello tendrá que conseguir los avales necesarios.

A la que seguro que le salen las cuentas es a Montero, porque la maquinaria del PSOE está en marcha y, aunque llega impuesta desde Madrid, los dirigentes andaluces ya han agradecido los servicios prestados a Juan Espadas, su "generosidad" por dar un paso al lado y se preparan para recibir con entusiasmo a la sevillana.

De los agravios actuales a la gestión en la Junta

Una vez que culmine el Congreso regional y si todo transcurre según los planes marcados, Montero será la encargada no sólo de levantar un PSOE en sus horas más bajas, además tendrá que hacer la labor de oposición al PP de Juanma Moreno que gobierna con solvencia en Andalucía. Un trabajo que podría compatibilizar con sus labores de ministra, según apuntan desde el PSOE, pero que tiene la crítica asegurada, al igual que por los agravios que ha aplicado contra Andalucía en sus responsabilidades de Gobierno, apoyando el cupo catalán y dejando a la comunidad sin la financiación autonómica que le corresponde.

Así que todo hace pensar que su aterrizaje en Andalucía persigue erosionar al PP andaluz con un tono más duro que el que ha utilizado Espadas y crispar la política moderada por la que apuesta Moreno. Pero Montero recibirá también su propia dosis de críticas porque es una mirada atrás, a las políticas que desarrolló como consejera de Salud con los expresidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán y de Hacienda con Susana Díaz.

Así que en este contexto parece que el aterrizaje de la vicepresidenta servirá para que su figura se termine de 'achicharrar' y si en ese camino 'rasca' votos en el PSOE se dará por cumplida su misión.