Cientos de personas siguen de 'rave' en un pequeño pueblo de Jaén
Una masa de personas llegó el pasado viernes al municipio de Noalejo y este lunes aún siguen de fiesta, invadiendo un paraje natural protegido.

Rave en el municipio de Noalejo, Jaén.
El pasado viernes 31 de octubre, unas 2.000 personas, procedentes de muchos puntos de la geografía española, pero también de otros países, acudían a la llamada para participar en una rave convocada por redes sociales en el pequeño pueblo de Noalejo (Jaén) y este lunes aún siguen de fiesta.
Aunque la mayoría de los asistentes a la rave, coincidiendo con la celebración de Halloween, ya han empezado a abandonar la fiesta, entre 700 y 800 personas permanecen todavía en la localidad, concretamente en el paraje protegido de Las Lagunas, enclavado en el corazón de Sierra Mágina. Aquí han instalado un auténtico festival con escenario, carpas y puestos, demostrando la capacidad de convocatoria y organización de estos grupos que utilizan las redes para sus despliegues.
Al respecto de esta rave ilegal, el alcalde de Noalejo, Antonio Morales, ha explicado que la llegada de personas se produjo a partir del viernes por noche. Aunque se dio aviso a la Guardia Civil, que controló los accesos, en el paraje se llegaron a congregar unas 2.000 personas, un número que supera a la población de Noalejo, que ronda los 1.800 habitantes.
El alcalde espera que se marchen este lunes del pueblo
Según el alcalde, este domingo comenzaron a salir del paraje natural los asistentes a la fiesta, pero todavía, a primera hora de este lunes había "unas 700 u 800 personas". Desde la Guardia Civil han apuntado a que se siguen controlando los accesos y que durante todo el fin de semana no se han registrado incidentes de interés.
Tal fue la afluencia de personas que ante la imposibilidad de acceder con los vehículos, muchos optaron por estacionar los coches en el polígono industrial y recorrer a pie los seis kilómetros hasta llegar a la fiesta.
Morales ha mostrado su deseo de que a lo largo de este lunes abandonen el lugar las personas que siguen en la fiesta para así poder acceder al lugar, "evaluar los daños y dejar el entorno lo más parecido a el estado original en el que se encontraba".