Científicos alertan de la sequía estructural en la comarca malagueña líder en cultivos de mango y aguacate
Un equipo de investigadores de la Universidad de Málaga y de Princeton ha analizado la situación de los recursos hídricos en la comarca de la Axarquía, y ponen el foco en los cultivos tropicales.

Cultivo de mango en la Axarquía, Málaga.
La comarca de la Axarquía, situada en la zona más oriental de la provincia de Málaga, concentra la mayor producción de cultivos tropicales de España, como son el mango o el aguacate, que se extienden también por la zona occidental de la provincia de Granada. Debido a su excelente clima subtropical, con muchas horas de sol durante todo el año, con temperaturas suaves por la cercanía del mar y con grandes montañas que lo protegen de los vientos del norte, esta comarca es ideal para que estos árboles crezcan con una calidad excelente. Sin embargo, estos cultivos requieren de una gran cantidad de agua, por lo que los recursos hídricos en la zona, azotada también por la sequía, han puesto en alerta a los científicos.
Concretamente, ha sido un equipo científico formado por investigadores del Departamento de Geología y Ecología la Universidad de Málaga, la Universidad de Princeton (USA) y del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea 'La Mayora' IHSM los que alertan de una "sequía estructural" en la comarca de la Axarquía tras un análisis multidimensional de los recursos hídricos existentes y abogan por una "reforma profunda" de la gestión del agua.

Análisis de datos hídricos en la comarca de la Axarquía, Málaga.
En este estudio, que se enmarca en una colaboración entre la UMA y la Princeton University, se ha recopilado y analizado información de factores humanos y naturales, tanto espaciales como temporales, desde una perspectiva multidisciplinar: datos climáticos, hidrológicos (aguas embalsadas), piezométricos (aguas subterráneas), de usos del suelo y relacionados con la gobernanza del territorio desde la década de los 90 hasta la actualidad, aunque centrándose en la "crisis hídrica extrema" que ha afectado a esta zona del sur de España entre 2019 y 2024.
Los resultados de la investigación han sido recientemente publicados en la prestigiosa revista de la Academia Nacional de Ciencias de EEUU 'PNAS', han indicado en un comunicado.
Crisis hídrica por la falta de lluvias y la expansión del regadío
Tras este amplio estudio, se constata que esta situación ha sido causada por una confluencia de dinámicas a corto y largo plazo. Junto a una sequía meteorológica inusualmente severa que se prolongó durante varios años y afectó directamente a los niveles de los embalses y acuíferos, los científicos identifican la expansión de la agricultura de regadío, que ha aumentado de forma constante la demanda para el riego durante las últimas dos décadas, así como una falta de control institucional como dos de los factores clave desencadenantes de esta crisis hídrica "insostenible".
Al respecto, el profesor de la Facultad de Ciencias de la UMA, Pablo Jiménez Gavilán, uno de los autores de este trabajo, propone entre otros objetivos, avanzar hacia una mejor planificación, gestión y gobernanza de las aguas subterráneas del territorio andaluz.
"La gestión actual de los recursos hídricos, especialmente de los subterráneos, presenta importantes deficiencias, entre ellas, la gran incertidumbre que rodea al uso y su disponibilidad real, la falta de medición de su extracción, la sobreasignación de permisos y, probablemente, una cantidad significativa de extracción irregular, sobre todo del agua subterránea"
La demanda y la disponibilidad de agua en desequilibrio
Los científicos han confirmado la existencia de una "sequía estructural" en el área estudiada, al evidenciar un claro desequilibrio a largo plazo entre la demanda hídrica y la disponibilidad de agua.
"En el periodo analizado no se pudo usar agua embalsada para riego y, además, se produjeron restricciones significativas del agua urbana", ha explicado la autora principal de este trabajo, la investigadora Victoria Junquera.

Aguacates
Además, ha añadido que estos graves cortes, combinados con precipitaciones por debajo de la media, tuvieron un enorme impacto en la producción de fruta en 2022 y 2023, con pérdidas de cosecha del 80% para el mango y del 50% para el aguacate, en comparación con el año anterior, además de una importante mortalidad de árboles.
Esta situación, tal y como ha incidido la experta, que actualmente trabaja en la Universidad de Berna (Suiza), ha conllevado consecuencias a corto término en la economía local.
La solución pasa por mejorar la gestión del agua
Por ello, ante este escenario, los investigadores de la UMA y del IHSM 'La Mayora' proponen, junto a una planificación integrada del territorio y del agua a escala de cuenca, que la gestión de los recursos hídricos vaya más allá de las medidas tradicionales relacionadas con la oferta (aumentar la disponibilidad de agua) y la demanda (aumentar la eficiencia).
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En este sentido, sugieren imponer controles más estrictos a la demanda, por ejemplo, mediante la imposición de límites a la superficie de regadío, y realizar una evaluación más precisa de la disponibilidad de agua y de su uso, a partir de mediciones en tiempo real en todos los puntos de extracción.
De igual modo, también abogan por asignar permisos flexibles ajustados, siempre en función de los recursos hídricos disponibles, sobre todo los subterráneos, y, finalmente, mecanismos más efectivos por partes de las administraciones para la inspección y el control. "La combinación de estas medidas reduciría la probabilidad de crisis futuras en condiciones de sequía meteorológica", han concluido.