El secretario del PSOE-A quiere tapar la corrupción de sus 'exjefes' cuestionando la sentencia por el caso de los ERE y asegura que es "más que discutible" y "carne de recurso" ante el TC.
El máximo representante del PSOE andaluz, Juan Espadas, está tocando fondo en los primeros días del curso político. El sevillano no levanta cabeza, porque tras los desastrosos resultados electorales que han provocado que los socialistas sigan perdiendo representantes, ahora le toca justificar lo injustificable: la corrupción de los ERE de su propio partido.
Espadas se lanza al barro para defender a los que fueron presidentes de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, porque además también fueron sus 'jefes', ya que el secretario general del PSOE-A fue consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio en el Gobierno andaluz durante dos años. Fue entre 2008 y 2010 y coincidió con ambos condenados, justo en el relevo en la presidencia de Chaves a Griñán.
Ahora toca 'sacar la cara' por ellos y ha considera que la sentencia del Tribunal Supremo (TS) que ratifica la condena a seis años de prisión por malversación al expresidente Griñán por el caso de los ERE es "más que discutible" y "carne de recurso" ante el Tribunal Constitucional (TC). Argumenta lo mismo que la también exconsejera y ahora ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y se agarra a que el fallo del Supremo no contó con la unanimidad de los magistrados.
El líder socialista espera que se pronuncie el Constitucional para dirimir si el fallo del Supremo, acordado tras una "mayoría ajustada" de tres votos a favor por dos en contra, aclare si se han "vulnerado" derechos fundamentales como el de la presunción de inocencia de algunos condenados.
Espadas comenta sin pudor esos votos particulares, que serán el pretexto que usará Sánchez para conceder un posible indulto a Griñán porque considera que expresan "muchas más dudas que certezas en algo tan importante como significa la condena a unas personas por delitos que, a juicio de lo que leo, dejan más que dudas sobre si se está produciendo o no la vulneración de derechos fundamentales en personas que se están sometiendo a ese proceso".
Espadas pone en duda la sentencia y aprecia "mucha fragilidad en algunos argumentos" y sobre todo en la "respuesta penal a una serie de conductas" ante las que "la presunción de inocencia es básica", y ésta "sólo se puede combatir con pruebas, cargos claros, justificados y motivados suficientemente, y no de manera tangencial", ha agregado.
Para Espadas, "es evidente que esta sentencia va a ser objeto de recurso" y asegura que "no hay nada concluyente. Se olvida que el Supremo califica el caso ERE como el más grave de la historia democrática o que demuestra que los expresidentes eran conocedores de la ilegalidad que se estaba cometiendo con las subvenciones, participaron directamente y no evitaron el despilfarro y desvío de 700 millones de euros en diez años.
Hay que salvar la imagen del PSOE y borrar del 'disco duro' de los andaluces, que ya castigaron hace cuatro años a los socialistas y ahora lo han vuelto a hacer, cualquier asociación a la corrupción. A Espadas le corresponde sacar toda su dosis de cinismo y ha remarcado que en la sentencia no lee "que haya un procedimiento contra el PSOE", por lo que "es falso" que haya "un juicio contra esta organización política", según ha incidido antes de defender que "el PSOE como tal no va a tener ningún tipo de posicionamiento en lo que es la dinámica de un proceso judicial en el que no somos parte", porque "sería contraproducente".
De esta forma trata de desvincular al PSOE-A, pero es difícil engañar a los andaluces con un pronunciamiento de la Audiencia Provincial y la ratificación del Supremo, que evidencia el sistema fraudulento que implantaron en la Junta y que les sirvió para mantener su poder durante casi cuatro décadas a golpe de subvención para amigos, afines al partido y familiares.
También en su intento de que no se relacione al PSOE con la decisión sobre el indulto de Griñán, Espadas ha realizado unas sorprendentes declaraciones que demuestran como el socialista subestima la inteligencia de los ciudadanos. "Desligar absolutamente al partido (PSOE) como tal, como organización" en estas cuestiones, "porque expresamente no debemos pronunciarnos sobre apoyos o no a la tramitación de un indulto, que es un derecho de una persona y que lo ejerce respecto a un gobierno que es el que luego tiene que decidir si lo da o no lo da", ha incidido.
Lo cierto es que si se otorga la medida de gracia para librar a Griñán de la pena de seis años de cárcel, será el Gobierno del PSOE el que indulte la corrupción de los dirigentes de su propio partido.