¿Conoces los peligros de no usar bien los antibióticos?

Hay muchos por qués  en torno a los antibióticos que conviene responder:

¿Por qué cada vez más aumenta la resistencia bacteriana a los antibióticos?

Las bacterias como seres vivos tratan de defenderse de los medicamentos que utilizamos para acabar con ellas y de una forma especial de los antibióticos, haciéndose realmente resistentes a ellos, por lo que cada vez con más frecuencia nos vemos obligados a seguir investigando y creando nuevos antibióticos de ultima generación, que además de ser mucho más caros, también son peligrosos para nuestra salud por sus posibles efectos secundarios, porque como todos sabemos “el riesgo cero no existe”.

Esa resistencia de las bacterias a los antibióticos puede desencadenar en una nueva infección mucho más resistente al tratamiento, haciendo que aumenten las enfermedades infecciosas y el posible de contagio a otras personas de nuestro entorno.

Si de algo estamos convencidos todos los profesionales sanitarios, es de que el adecuado y racional uso de los antibióticos es total y absolutamente necesario para contribuir a disminuir la automedicación, las resistencias bacterianas y de una forma definitiva el gasto sanitario, además de mejorar el cumplimiento terapéutico y por tanto la propia sostenibilidad de la Sanidad Pública. Sin embargo, la realidad es bien diferente si observamos la cantidad de antibióticos que consigue la población general sin la obligada receta médica, cuestión bien conocida por todos, médicos y farmacéuticos, y a la que podemos y debemos poner fin desde el más firme rigor científico y cumpliendo la legislación vigente.

La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica asegura que, si no se toman las medidas adecuadas para evitar este grave problema de Salud Pública, las muertes debidas a infecciones por bacterias mutlirresistentes superaran a las producidas por el cáncer en tan solo 30 años.

¿Por qué sobran pastillas tras el tratamiento indicado por nuestro médico?

Una cosa es lo que nos prescribe el médico, y otra muy diferente la cantidad de cápsulas o comprimidos que se dispensan en la Oficina de Farmacia, situación que viene dada por la presentación que nos ofrece la Industria Farmacéutica y por las normas de la legislación vigente en este sentido, que ya desde 2002 está intentando arreglar estos claros desatinos que nunca beneficiaron a los ciudadanos y que nadie puede llegar a comprender. ¿Por qué la industria ofrece una cantidad de comprimidos, capsulas o sobres que no tienen nada que ver con la prescripción e indicaciones del médico, que es el único que puede saber lo que necesita cada paciente?

El sentido común nos dice que estas situaciones se podrían evitar con sólo modificar las presentaciones de los antibióticos, adecuando la prescripción a la dispensación, sencillamente por que “ni deben sobrar, ni deben faltar” si respetamos las decisiones clínicas de nuestro médico.

¿Por qué se puede seguir comprando un antibiótico sin receta médica?

La automedicación es un hecho demasiado frecuente en torno al mal uso y abuso de los antibióticos, porque se pueden conseguir “ilegalmente” sin receta, incluso a través de internet y las redes sociales, y también porque se aprovechan los medicamentos que sobraron de la última vez que se utilizaron, o por el consejo de un familiar o amigo porque a él “le vino bien para lo suyo”. Recordemos que, si alguna Oficina de Farmacia dispensa un antibiótico sin la obligada receta médica, esta incumpliendo la ley, pero también que la persona que lo consigue está poniendo en riesgo su vida y la de su entorno social, laboral y familiar, porque en muchas ocasiones está contribuyendo a aumentar las resistencias bacterianas, haciendo que cada vez más tengamos que luchar con “bacterias multirresistentes”.

En cuanto a la tentación de automedicarnos con los comprimidos que nos sobraron de otra ocasión y que guardamos en nuestro botiquín familiar, la mejor decisión es que cuanto terminemos el tratamiento, llevemos los medicamentos sobrantes al punto SIGRE de nuestra farmacia, para contribuir al reciclado de los envases, vacíos o con restos de medicamentos, un hecho que ayuda a proteger tanto nuestra Salud Pública, como nuestro tan castigado medio ambiente.

¿Por qué seguimos sin tomarnos en serio los antibióticos?

“Con los antibióticos no se juega: Tómatelos en serio”. Este fue el lema de una de las mejores campañas de prevención y Salud Pública de nuestro Ministerio de sanidad.

Pero para convencer a la población general es necesario poner en marcha nuestra actividad, la de todos los profesionales sanitarios, desde la Educación para la Salud, sin olvidar, que “para convencer, hemos de estar totalmente convencidos”. Y en esta labor estamos todos: los médicos, los enfermeros y especialmente los farmacéuticos porque están especialmente comprometidos no solo para cumplir la ley como debe ser, sino para contribuir a mejorar nuestra Salud Pública evitando dispensar ni un solo antibiótico que no esté adecuadamente prescrito por un médico a través de la receta oficial.

Para “tomarnos en serio los antibióticos”, necesitamos trabajar en equipo y todos con los mismos objetivos: La industria farmacéutica fabricando y envasando las dosis correctas, de acuerdo con las guías clínicas; las Oficinas de farmacia dispensando únicamente los antibióticos que han sido recetados por el médico; los médicos y los profesionales de enfermería aprovechando la consulta clínica para recordar la importancia del cumplimiento terapéutico, sobre todo a la hora de tomar un antibiótico; y nosotros, los ciudadanos, cumpliendo las instrucciones de nuestro médico y no practicando la automedicación.

¿Por qué la resistencia de las bacterias a los antibióticos es un grave problema de Salud Pública?

Cada año mueren más de 33.000 personas en Europa como consecuencia directa de alguna infección bacteriana, y más de 3.000 en España. El uso a discreción e inadecuado de los antibióticos se esta convirtiendo en un verdadero problema de salud pública y por ello y una vez más el Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha la campaña de concienciación “los antibióticos no valen para todo”, para recordarnos que los antibióticos no son el medicamento de elección para tratar las infecciones provocadas por virus, que solo son eficaces contra las bacterias y además cada uno para un grupo de bacterias diferentes.

Según los datos publicados por el Eurobarómetro de la Comisión Europea, España es uno de los países europeos que consume más antibióticos y muchas veces sin indicación médica. El 32 % de los españoles declaran haber consumido algún antibiótico en el último año y el 28 % cree firmemente que son los medicamentos ideales para curar los resfriados y los catarros, a pesar de lo que digan los médicos. Por otra parte, el 5% de los españoles también aceptan que se suelen automedicar con antibióticos, bien porque incomprensiblemente los consiguen en la farmacia sin la receta médica, o porque “como me sobraron de otro tratamiento…”.

Jesús Sánchez Martos

Catedrático de Educación para la Salud

Universidad Complutense de Madrid