Page anuncia que “peleará muy duro” en Bruselas, pero sigue sin defender con firmeza al campo
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha prometido dar la batalla en Bruselas contra el recorte de la PAC, pero su discurso vuelve a quedarse en palabras. El campo regional, que teme perder hasta un 20% de las ayudas entre 2028 y 2034, exige hechos concretos. Agricultores y ganaderos reclaman que Page defienda con firmeza sus intereses y no se limite a anunciar reuniones y buenas intenciones.

Page y la lucha por la PAC
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha prometido en las últimas horas dar la batalla en Bruselas para frenar el tijeretazo que amenaza a la Política Agraria Común (PAC) a partir de 2028. Sin embargo, en el campo castellano-manchego crece la sensación de que el mandatario regional se queda en palabras huecas y que, en la práctica, no está defendiendo con la contundencia necesaria a agricultores y ganaderos que ven en riesgo su futuro.
Un recorte que asfixia al sector
La Unión Europea prepara un ajuste que supondría un recorte presupuestario de al menos un 20 % en la PAC para el periodo 2028-2034, aunque algunos escenarios apuntan a un golpe aún mayor. En Castilla-La Mancha, donde la agricultura y la ganadería son un pilar económico y social, la noticia ha caído como una losa.
El consejero de Agricultura, Julián Martínez Lizán, no ha escondido la preocupación: “Nos perjudica muchísimo, compromete nuestro futuro y deja en una situación muy delicada a toda la región”. Pese a ello, el Gobierno de Page se limita a anunciar reuniones y a confiar en la acción coordinada con otras comunidades, sin marcar una posición propia fuerte y clara.
Palabras frente a hechos
Durante la inauguración del Centro de Interpretación y Trashumancia en Villar de la Encina (Cuenca), Page insistió en que la batalla no se limita a las ayudas directas, sino que afecta a todos los fondos de desarrollo rural. “Vamos a pelear muy duro”, prometió, apelando al diálogo y recordando que “la palabra es el arma que tiene la política”.
Pero el discurso, cargado de retórica, no convence a un sector que reclama medidas reales y una defensa activa en todos los foros, no solo promesas de “pelea” futura. La inquietud es evidente: Castilla-La Mancha puede quedarse sin una parte decisiva de los recursos que garantizan la modernización de sus explotaciones, la sostenibilidad de sus pueblos y el relevo generacional en el campo.
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Castilla-La Mancha necesita liderazgo
En un momento crítico, la región no puede permitirse un presidente que actúe más como portavoz de las decisiones de Bruselas que como líder que planta cara a esos recortes. Castilla-La Mancha necesita que Page defienda de manera firme y prioritaria los intereses de los agricultores y ganaderos que mantienen con vida el territorio.
Los profesionales del sector piden hechos y no discursos. Reclaman presión política, alianzas sólidas y un mensaje claro: no se puede aceptar que el campo, motor económico de la región, cargue con los recortes de la UE sin una respuesta a la altura.
La cuestión es simple: o Page asume de verdad ese papel de defensor de Castilla-La Mancha frente a Bruselas, o el tijeretazo de la PAC pasará factura no solo al campo, sino también a su propia credibilidad política.
La actitud de Page no es sin embargo nueva. Igual que ocurre con su supuesto enfrentamiento con Pedro Sánchez, donde anuncia críticas y marca distancias pero en la práctica acaba plegándose a las decisiones de Moncloa, en materia agraria también se limita a prometer que “peleará” sin que esa firmeza se traduzca en resultados tangibles. Castilla-La Mancha necesita menos anuncios y más acción real.