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A los 60 años le sacan los ‘trapos sucios’: la verdad de la eterna ex novia de Don Felipe

Hablamos de Isabel Sartorius, quien fuera pareja del entonces Príncipe de Asturias. La relación duró dos años y ahora trasciende el verdadero motivo de su separación.

Isabel Sartorius, en una imagen de archivo.

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19/1/2022

Isabel Sartorius, en una imagen de archivo.Europa Press

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Lo recoge este martes 21 la revista Lecturas y habla de que fue el primer gran amor del actual Rey Felipe VI. Tenía entonces solo 21 años y se enamoró de una mujer alta, rubia y muy guapa. Supimos de ese romance en 1989, cuando llenó páginas y páginas en la prensa rosa de la época. La pareja disfrutaba de las vacaciones en Mallorca y fue allí donde los paparazzi los sorprendieron muy cariñosos a bordo de la lancha rápida Somni.

Desde ese momento, comenzó una persecución incansable y una ardua investigación para saber quién era esa bella desconocida que había conquistado el corazón del heredero. Se trataba de Isabel Sartorius, tres años mayor que Don Felipe. Isabel era hija de Vicente Sartorius, marqués de Mariño, e Isabel Zorraquín, argentina de origen peruano y de vida desordenada, algo que no gustó en absoluto en La Zarzuela. Los padres de Isabel se separaron siendo ella y sus dos hermanos, Cecilia y Luis, todavía unos niños.

Su padre se casó con la princesa Nora de Liechtenstein y su madre se fue a vivir a Lima, donde se casó con Manuel Ulloa, político peruano, llevándose consigo a sus tres hijos. El problema que siempre arrastró Isabel Sartorius fue la adicción de su madre a la cocaína y sus profundas depresiones. Isabel Zorraquín falleció en 2009, cuenta le mencionada revista.

La propia Isabel Sartorius lo explicó en su libro de memorias Por ti lo haría mil veces. Lo que sintió Isabel por el Príncipe Felipe cuando lo conoció fue un auténtico "flechazo". Se habían conocido en una cena y, después, fueron a la discoteca Joy Eslava. Isabel calificaba entonces a Felipe como su "príncipe azul" y lo define como "Una persona pura, tranquila, llena de aplomo. Y a la vez lleno de vida y de ilusión. Era capaz de reírse a carcajadas sin perder el punto de elegancia".

Su noviazgo duró dos años, porque llegó un punto en que Isabel se hartó de ser continuamente cuestionada. Que si no era la persona ideal para ser reina, que si era mayor que él, que si es hija de divorciados, que si su madre es adicta... Demasiados dimes y diretes para quien trata de llevar una relación bonita y romántica, sin perder de vista la responsabilidad y el cargo del novio, claro está.

"Le quería con locura pero no podía más con esa situación de tensión, de tapar la imagen continuamente para que nadie saliera dañado, ni el Príncipe ni mi familia", declaró a LOC hace unos años.

La pareja terminó en 1991, justo cuando se acababan de cumplir dos años de noviazgo. Según una encuesta realizada para Lecturas aquel año, Isabel gustaba al 90% de los españoles como futura reina. La mayoría de los encuestados, creía que la diferencia de edad había sido el motivo de la ruptura. Ella tenía 26 y él 23 cuando decidieron finiquitar la relación.

Don Felipe e Isabel Sartorius, su ruptura

Así relataba la revista Lecturas la ruptura: "La relación del heredero e Isabel Sartorius es ya historia. La noticia ha cogido por sorpresa al entorno de la aristocracia, pues acababan de cumplir dos años como novios y lo último que sabíamos era que su relación se estaba afianzando".

"Los rumores de boda llegaron a coger tanto cuerpo que hace apenas unas semanas Sabino Fernández Campo, jefe de la Casa del Rey, tuvo que salir a templar las aguas", recordaba la revista . Sabino fue tajante: "Es pronto para hablar del compromiso entre Felipe e Isabel Sartorius", dijo en un corrillo, hablando de manera informal con periodistas. Y los hechos acabaron por darle la razón.

Inicialmente, se dijo que la ruptura había sido de mutuo acuerdo, pero lo cierto es que no fue así. Según pudo saber la revista Lecturas "la decisión de romper partió de Isabel. Los motivos fueron la presión que sentía –no en vano, su novio estaba llamado a ser rey de España– y las dificultades de la distancia, ya que Don Felipe aún no ha concluido su formación universitaria", publicaba Lecturas en 1991.

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