Paz Vega mete en un lío a la Infanta Elena: deuda millonaria con Hacienda

No siempre hace falta emitir un comunicado cuando una imagen lo dice todo. Basta una sonrisa bien colocada, una foto compartida en redes y un mensaje emocional con acento patriótico para redibujar una narrativa. Y eso es exactamente lo que ha intentado Paz Vega, envuelta —de nuevo— en la lista de morosos más destacados del país, con una deuda con la Agencia Tributaria que roza los 2,3 millones de euros. Una cifra que no solo no se reduce, sino que ha aumentado en más de medio millón respecto al año anterior.

El portal Informalia es rotundo con un titular: “Paz Vega utiliza a la Infanta Elena para blanquear su morosidad tributaria con Hacienda (somos todos)”.

Y es que la actriz sevillana, lejos de adoptar un perfil discreto o de explicar públicamente su situación con el fisco, ha optado por una estrategia que ha dejado mal sabor en Zarzuela y ha irritado a parte de la opinión pública: dejarse ver junto a la Infanta Elena en un evento de proyección internacional, donde la presencia de la Corona busca reforzar la imagen de España, no limpiar la de terceros.

El lugar escogido ha sido el CHIO Aachen, en Alemania, una de las citas más prestigiosas del calendario ecuestre. Allí, en una noche con acento español bajo la etiqueta de Media Night, Paz Vega compartió cena, flashes y conversación con la primogénita de Juan Carlos I, y no dudó en subir a sus redes un amplio reportaje personal con fotos donde también aparecían su marido, Orson Salazar, y su hija, Ava, todos vestidos con marcas españolas.

"Qué emocionante ver a España brillar así de bonito", escribió la actriz sevillana, evocando una suerte de diplomacia cultural que no casa con su posición fiscal. Porque mientras presume de bandera, la deuda con el erario —es decir, con todos los ciudadanos— sigue intacta. Y la paradoja no pasó desapercibida.

Fuentes cercanas a entornos institucionales deslizan que el gesto no ha gustado en Zarzuela, que ha visto cómo un acto destinado a reforzar la imagen internacional de la Corona y de la marca España acababa siendo utilizado como plataforma de relanzamiento personal por alguien que figura en la lista de los grandes morosos publicada por la Agencia Tributaria.

No es la única. Tal y como les hemos contado en ESdiario, nombres como Isabel Pantoja, Bertín Osborne o Arda Turan también están en esa lista negra. Pero pocos han sido tan rápidos a la hora de escudarse en la proximidad simbólica de la Corona. Paz Vega ha jugado esa carta con habilidad: una noche de élite, un vestido verde esmeralda y la cercanía —casi coreografiada— con la Infanta Elena. El problema no es la foto. El problema es el contexto.

En tiempos donde se exige a las figuras públicas no solo estética, sino ejemplaridad, el gesto ha generado rechazo. Porque mientras se celebra el alma española en salones europeos, la deuda con España —la de verdad, la que se paga en trimestres y con sudor— sigue esperando turno en Hacienda.