Paloma Lago, al hospital tras un accidente que complica su dramático verano
La conocida modelo y presentadora trata de evadirse de toda la polémica, tras la denuncia de agresión sexual, pasando el verano con los suyos. Pero ha tenido un percance que ella misma ha contado.

Paloma Lago sale del cementerio, a 18 de septiembre de 2022, en Tres Cantos.
Este no está siendo, ni de lejos, un verano para el recuerdo para Paloma Lago. Lo que iba a ser una temporada tranquila entre familia y planes estivales se ha convertido en una montaña rusa de tensión emocional, titulares incendiarios y un vendaval judicial que aún no ha tocado fondo. La empresaria, presentadora, modelo y socialité ha tenido que replegar velas, poner tierra de por medio y agarrarse fuerte a lo único que le queda inamovible: su círculo más íntimo.
Como les hemos contado en ESdiario, todo comenzó con una denuncia que ha caído como una bomba en el entorno político y social gallego: Paloma Lago ha acusado al ex conselleiro del Mar, Alfonso Villares, de una presunta agresión sexual. Una denuncia formal, con nombre y apellidos, que no tardó en filtrarse a la prensa y que ahora mismo ya está en manos de la justicia. El caso se está instruyendo con la habitual discreción —al menos sobre el papel—, pero el ruido mediático ha sido ensordecedor.
Villares, quien hasta hace poco ocupaba un puesto de alto perfil en la Xunta de Galicia, ha visto cómo su carrera política se tambalea en plena tormenta. La denuncia apunta a un episodio que habría tenido lugar en el entorno personal que compartía con Lago en un acto institucional. Aunque el entorno del político guarda silencio y él ha negado cualquier irregularidad, el simple hecho de figurar en una causa de estas características ya ha sacudido a todo el ecosistema político gallego.
Fuentes cercanas aseguran que Paloma, lejos de utilizar el asunto para ganar notoriedad, ha optado por desaparecer de los focos. No hay entrevistas, ni exclusivas, ni paseíllos televisivos. Solo silencio, familia y el calor de los suyos. Aunque eso no le ha librado de otro contratiempo: un accidente doméstico, tan tonto como inoportuno, la ha obligado a ralentizar el paso aún más.

Instagram de Paloma Instagram de Paloma Lago.
Ha sido ella misma quien ha relatado lo ocurrido, con humor y algo de resignación, en su cuenta de Instagram. “Gajes del oficio de jugar con mi Chloe del alma”, escribía Lago, haciendo referencia a su inseparable mascota, mientras mostraba su antebrazo vendado en lo que parece el jardín de su casa. Ni hospitales ni alarmismos, pero sí un aviso: el cuerpo también pasa factura cuando el alma va a contracorriente.
Afortunadamente, no está sola. Su hijo Javier y su nuera Eugenia se han convertido en su equipo de asistencia personal. Según ha compartido, ambos están volcados en cuidarla al milímetro. Javier, fruto de su matrimonio con el fallecido Javier García Obregón, ha viajado hasta Ferrol para estar a su lado. No es una visita casual: es un gesto de apoyo en un momento donde las heridas no son solo físicas.
Entre rumores, titulares y procedimientos judiciales en marcha, Paloma Lago resiste. No se exhibe, no responde, no contraataca. Se protege, como quien entiende que el verdadero lujo es la calma. Y mientras la investigación sigue su curso y Villares intenta salvar lo insalvable, ella se agarra al afecto real y se cura —literalmente— las heridas. Las que se ven... y las otras. Pero el verano sigue siendo muy complicado.