Tras el ‘palestino’ Javier Bardem: graves problemas para Penélope Cruz, al denunciar su doble moral

Penélope Cruz volvió a ser noticia cuando en 2023 Emirates, la aerolínea emiratí más lujosa del planeta, anunció que la actriz española sería su nueva embajadora. La campaña, rodada a bordo de un A380 por el oscarizado Robert Stromberg, mostraba a la intérprete radiante, disfrutando de un avión convertido en plató. La marca subrayaba entonces la estrecha relación de la madrileña con Dubái, ciudad a la que ha viajado en numerosas ocasiones. A ello hay que unirle, como ya publicaba ESdiario, que es imagen de empresas ligadas a Israel.

El contrato nunca se hizo público, aunque se da por hecho que, como en otras alianzas de Cruz con Chanel o Lancôme, las cifras superaron el millón de euros, tal y como recoge el portal Libertad Digital. Pero lo que en su día fue un éxito de imagen hoy se ha tornado en arma de doble filo. Tal y como ha comprobado ESdiario, las redes sociales no han tardado en señalar la incoherencia: ¿cómo puede una feminista militante prestar su rostro a un país donde los derechos de las mujeres son cuestionados y pisoteados a diario? Directamente, no existen derechos para las mujeres.

Las críticas no se quedan ahí. El foco también apunta a su marido, Javier Bardem, señalado en numerosas ocasiones por sus posturas abiertamente antisemitas. Una contradicción clamorosa que ahora se le recuerda con especial fuerza: uno de los hijos del matrimonio nació precisamente en un hospital privado israelí, tal y como les contaba este lunes ESdiario. Un hecho difícil de encajar con sus discursos políticos, y que el tiempo ha devuelto a la actualidad.

En las redes abundan los mensajes contra la “doble moral” del matrimonio. Penélope Cruz, que en 2020 proclamaba en Vogue que “es imposible no ser feminista” y que en San Sebastián se emocionaba denunciando los feminicidios en España, aparece en la campaña de Emirates rodeada de sonrisas femeninas en un contexto donde bailar en público o vestirse “de forma inapropiada” puede acarrear problemas con la policía.

Como recordó una turista en TikTok tras visitar el país: “Vi cómo paraban a chicas por bailar, hombres paseando con tres esposas que parecían desgraciadas y animales tratados como objetos. No es el paraíso que venden”. Una descripción que, contrastada con los gestos publicitarios de Cruz y Bardem, refuerza la sensación de que la pareja nada entre dos aguas: la del activismo social… y la de los contratos millonarios que contradicen su propio discurso.