Ángeles Caso, contra Pedro Sánchez y José Pablo López: “con mis impuestos no”
La periodista y escritora, todo un referente de TVE y del feminismo moderado, arremete contra La Familia de la Tele y el modelo de televisión que ha impuesto La Moncloa en la pública

La escritora Ángeles Caso. JUNTA DE ANDALUCÍA 15/11/2023
En un demoledor artículo de Ángeles Caso publicado en Artículo 14, la periodista, novelista reconocida, intelectual feminista y una de las voces más lúcidas de nuestra esfera cultural; ha dicho en voz alta lo que muchos piensan y pocos se atreven a expresar: lo que está ocurriendo en Televisión Española con programas como La Familia de la Tele no solo es una vergüenza profesional, sino un insulto a la inteligencia del espectador. Caso, que trabajó años en RTVE y conoce sus entrañas como pocos, no se muerde la lengua: “Ese tesoro audiovisual convertido ahora en el objeto kitch y ridículo de un programa absurdo”.
Y tiene razón. Solo hay que encender el televisor una tarde cualquiera para comprobar cómo el archivo que una vez albergó Informe Semanal, La bola de cristal o Estudio 1 se transforma en anécdota viral, en contenido “calentiktok”, en puro desecho disfrazado de entretenimiento. Una televisión pública que presume de pluralismo y servicio, entregada a la farándula de sobremesa. ¿Quién lo permite?: Pedro Sánchez y su marioneta en el ente televisivo, José Pablo López.
Lo que denuncia Ángeles Caso no es un simple cambio de parrilla. Es un desmantelamiento ideológico, político y ético de la televisión pública. Lo que debería ser un espacio común para la ciudadanía, un baluarte del pensamiento crítico, la cultura y la divulgación, ha terminado por arrodillarse ante las mismas fórmulas que ya saturan la televisión privada: griterío, frivolidad y el culto a la ignorancia.
Caso va más allá del cabreo puntual. Señala el problema estructural: el entretenimiento no es neutral. Tiene ideología. Forma y deforma. Crea discurso social. Cuando TVE elige frivolizar en lugar de educar, está optando, también, por una forma de hacer política. “El entretenimiento es un acto político, mucho más manipulable en su opacidad”, sentencia la autora. Y es ahí donde su crítica se vuelve esencial.
Porque mientras la izquierda se pelea por cuotas de pantalla y los tentáculos del sanchismo alcanzan hasta los guiones de una sección de zapping, la televisión pública pierde el norte. Y en medio de esa guerra civil entre medios afines, sanchistas reciclados y ex comunistas reconvertidos en empresarios mediáticos, RTVE queda como campo de batalla… o más bien, como ruina.
Telebasura con "no con mis impuestos"
El caso de La Familia de la Tele es paradigmático. Una producción más digna de late night barato que de una cadena estatal financiada con dinero de todos. El archivo de TVE -uno de los más valiosos de Europa- puesto al servicio de un show que escoge la risa tonta y la telebasura cutre antes que el análisis o la memoria. “Un programa así, con mis impuestos, no”, dice Caso. Y millones de espectadores deberían decir lo mismo.
¿Dónde están los directivos que defendían la excelencia? ¿Quién firma ahora estas decisiones que arrastran por el barro décadas de trabajo serio? Mientras profesionales de RTVE luchan desde dentro por mantener la dignidad de los informativos o los espacios culturales -cada vez más arrinconados-, otros abren las puertas al espectáculo fácil, al algoritmo antes que al criterio.
En este contexto, voces como la de Ángeles Caso son más necesarias que nunca. Porque no habla solo como experta: habla como ciudadana. Habla desde la ética, la memoria y la responsabilidad. Y lo hace con conocimiento de causa, con el respeto que da haber estado dentro, pero también con la libertad de quien ya no tiene que rendir pleitesía a ningún partido, a ninguna productora, a ningún despacho en Moncloa.
Y no lo olvidemos: Ángeles Caso no es una francotiradora de tertulia ni una nostálgica. Es Premio Planeta, ex editora de informativos, historiadora, y una feminista que ha luchado durante décadas por darle voz a las mujeres silenciadas por la historia y por los medios. Si ella alza la voz, escuchemos.
TVE necesita una refundación. Y no una cosmética. Una auténtica regeneración que devuelva el control a los profesionales, no a los comisarios políticos o a los “creativos” que confunden lo viral con lo valioso. Mientras tanto, el grito de Caso resuena con fuerza: basta ya de convertir lo público en negocio, en circo, en despropósito. La televisión pública es un bien común. No el vertedero de las productoras del régimen.