ESdiario

exclusiva esdiario

El raro y meteórico ascenso del primo de Franganillo a subdirector en EFE

La denuncia, a la que ha tenido acceso ESdiario, parte de UGT. Jorge Fuentelsaz Franganillo  ingresó con el nivel más bajo de redactor y en 12 días asciende al cuadro directivo con la categoría de jefe de área consolidada. Hablamos de una empresa pública.

Carlos Franganillo posa durante la presentación de los nuevos Informativos Telecinco.Europa Press

David Lozano
Publicado por

Creado:

Actualizado:

Hay trayectorias profesionales que se construyen con esfuerzo, años de redacción, coberturas complejas y silencios bien gestionados. Y luego está el caso de Jorge Fuentelsaz Franganillo, como ha podido saber ESdiario en exclusiva, un redactor que en apenas doce días pasó del escalón más bajo de la redacción al despacho de subdirección, en un movimiento fulminante que no solo ha escandalizado a los sindicatos, sino que retrata como pocas veces el deterioro institucional que sufre la Agencia EFE desde que Miguel Ángel Oliver la preside por decisión directa de Pedro Sánchez, tal y como les venimos contando en ESdiario.

La UGT en EFE ha alzado la voz y lo ha dicho sin rodeos: lo de Fuentelsaz es un caso de libro de trato de favor, opacidad y nombramiento a dedo. Ingresó formalmente el 1 de octubre de 2024 como redactor de nivel D —el más bajo contemplado en el convenio colectivo— y doce días después, el 12 de octubre ya era subdirector con la categoría de jefe de área consolidada. Un récord que no pasaría los filtros más elementales de mérito y capacidad en cualquier administración seria.

¿Casualidad? Quizá lo sea, aunque llama la atención que el protagonista del ascenso meteórico sea primo de Carlos Franganillo, actual director de Informativos de Telecinco y ex de Televisión Española, en un momento en que los vínculos familiares parecen abrir más puertas que cualquier oposición pública.

Desde Recursos Humanos se limitaron a confirmar lo que ya se sospechaba: Fuentelsaz cobra desde entonces un complemento por funciones de subdirección (grupo 0) y su plaza está blindada como jefe de área (grupo 1, nivel 2), nivel reservado para designación directa. Todo en tiempo récord. Mientras tanto, decenas de trabajadores de EFE llevan años —algunos más de diez— ejerciendo funciones muy por encima de su categoría sin que nadie les reconozca nada.

Esta política de “unos en doce días, otros ni en doce años” ha desatado un agravio comparativo sin precedentes en la plantilla, hartos ya de ver cómo el “mérito” solo se exige abajo, mientras arriba imperan los ascensos digitales, los despachos opacos y la impunidad remunerada.

No es un hecho aislado. Es parte de una estrategia de deterioro constante. Bajo la presidencia de Oliver —ex secretario de Estado de Comunicación con Sánchez—, EFE ha ido perdiendo credibilidad, músculo profesional y moral interna. La reciente denuncia de corresponsales en Oriente Medio, ahogados por la falta de medios y sin respaldo institucional, confirma que la agencia pública ha pasado de ser referente informativo a experimento político.

El discurso del ahorro tampoco se sostiene. A otros trabajadores se les niega mejoras “por razones presupuestarias”, pero a Fuentelsaz se le asciende sin miramientos en menos de dos semanas. Como recuerda UGT, el nivel D debía mantenerse tres años, y luego dos más en nivel C, antes de cualquier promoción. En este caso, el ahorro prometido duró lo que un puente festivo.

Lo más grave no es el ascenso en sí, sino la torpeza con la que se ejecuta, las contradicciones internas, las rectificaciones improvisadas y la falta absoluta de autocrítica. En EFE, el caos administrativo ya no se oculta: se institucionaliza.

Todo esto en una empresa pública, pagada con dinero de todos, donde los principios de igualdad, mérito y transparencia ya no son objetivos, sino obstáculos.

tracking