Gonzalo Miró bajo la lupa: el Consejo de Informativos de RTVE le reprocha «mala praxis»
Según el órgano interno de control de la cadena pública, Miró lanzó “conjeturas sin base alguna” sobre el presidente valenciano Carlos Mazón, poniendo en duda incluso su estado físico y comportamientos privados
Gonzalo Miró.
El Consejo de Informativos de RTVE ha reprendido con dureza al colaborador y presentador Gonzalo Miró por lo que califica de “grave mala praxis” durante una de sus intervenciones en el programa Directo al grano, emitido el pasado 7 de octubre.
Según el órgano interno de control de la cadena pública, Miró lanzó “conjeturas sin base alguna” sobre el presidente valenciano Carlos Mazón, poniendo en duda incluso su estado físico y comportamientos privados, algo que el Consejo considera inaceptable en un espacio de la televisión pública.
El informe del CDI señala textualmente que Miró llegó a afirmar: “De momento no sabemos qué pasó en esa comida tan larga de Carlos Mazón, no sabemos si estaba despierto, estaba dormido, si tenía los pantalones puestos o quitados o cuál era su tasa de alcohol en sangre…”. Acto seguido, añadió otra frase que ha generado un notable malestar dentro de RTVE: “Carlos Mazón y su cara de cemento armado, porque no puede tener más rostro, resulta que todavía cree que los vídeos que están saliendo le favorecen…”.
Para el Consejo, estas declaraciones vulneran el Manual de Estilo, el Estatuto de la Información y la Ley General de Comunicación Audiovisual, ya que se emitieron como si fuesen hechos contrastados y no simples opiniones. Además, el CDI reprocha a la dirección de RTVE no haber rectificado ni respondido a sus requerimientos internos sobre este episodio, lo que en su opinión agrava la falta de rigor.
Comunidad Valenciana
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Gonzalo Miró, fichado hace unos meses para copresentar Directo al grano junto a Marta Flich, había sido presentado como una apuesta por un tono fresco y crítico. Sin embargo, esta advertencia pública del Consejo de Informativos siembra dudas sobre su papel como moderador objetivo en un canal público que debe regirse por la neutralidad.
El propio Consejo insiste en que los profesionales de la corporación deben “diferenciar claramente entre hechos y valoraciones”, y que la crítica política nunca puede apoyarse en insinuaciones o juicios personales.