Estas galletas de calabaza caseras (Pumpkin Snickerdoodle) huelen a hogar y canela
Las galletas Snickerdoodle nacieron en Estados Unidos en el siglo XIX, inspiradas en dulces de canela y azúcar que trajeron inmigrantes alemanes y neerlandeses.
Galletas de calabaza caseras, (Pumpkin Snickerdoodle)
Las Snickerdoodle de calabaza (Pumpkin Snickerdoodle) surgieron como versión otoñal, uniendo el sabor clásico con el puré de calabaza y las especias más cálidas de la estación.
Snickerdoodle: la galleta tradicional que conquistó a EE. UU. con su aroma a canela
Snickerdoodle
La galleta «snickerdoodle» tiene un origen que mezcla tradición y vocabulario juguetón. Fue probablemente introducida en Estados Unidos por inmigrantes de origen neerlandés o alemán, quienes ya en el siglo XIX llevaban al noreste masas dulces de canela-azúcar. Ya en 1891, la cocinera y columnista neoyorquina Cornelia "Nellie" Campbell Bedford publicó una receta en un periódico que popularizó la galleta más allá de comunidades rurales. (Allrecipes).
En esa época la forma habitual no era la bola redonda, sino una barra que se cortaba, y en los años 30 la versión redonda se impuso definitivamente.
Galletas Snickerdoodle
El nombre en sí es motivo de debate: podría derivar del alemán Schneckennudel (“fideos de caracol”), aunque el tipo de galleta no coincide con ese plato. Otra teoría apunta al neerlandés snekrad (“arruga”), por las grietas que se forman en la superficie al hornear, o simplemente a una palabra humorística nacida en Nueva Inglaterra.
La receta clásica destaca por su sencillez: mantequilla, azúcar, harina, una cobertura de canela-azúcar y la clave del sabor “ligeramente ácido” que aporta el crémor tártaro, ingrediente que marca la diferencia frente a otras galletas de azúcar.
En épocas más recientes, la snickerdoodle ha dado lugar a una variante estacional muy apreciada: la “pumpkin snickerdoodle”, que incorpora puré de calabaza y especias de otoño. Aunque no encontré un acceso directo para confirmar todos los detalles de esta variante en las fuentes que proporcionaste, otros sitios recogen que el reto fue adaptar la masa a la humedad extra que aporta la calabaza sin sacrificar la textura masticable típica de la snickerdoodle.
Galletas de calabaza caseras, (Pumpkin Snickerdoodle)
En suma: una galleta sencilla de origen humilde que, gracias a su sabor y nombre peculiar, se convirtió en clásico americano. Y que ahora se transforma cada otoño para mantener viva su vigencia.
Galletas de calabaza caseras: la versión otoñal de las clásicas Snickerdoodle
Galletas de calabaza caseras, (Pumpkin Snickerdoodle)
Un clásico otoñal con aroma a canela y textura tierna por dentro, crujiente por fuera. Perfectas con un café o una infusión.
Ingredientes
Para la masa:
- 113 g (½ taza) de mantequilla sin sal, derretida y ligeramente enfriada
- 50 g (¼ taza) de azúcar moreno claro o oscuro
- 100 g (½ taza) de azúcar blanco
- 1 cucharadita de extracto puro de vainilla
- 86 g (6 cucharadas) de puré de calabaza (bien escurrido)
- 188 g (1 taza y ½) de harina de trigo común
- ¼ cucharadita de sal
- ¼ cucharadita de polvo de hornear
- ¼ cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1 cucharadita y media de canela molida
- ½ cucharadita de jengibre en polvo
Para el recubrimiento:
- 100 g (½ taza) de azúcar
- 1 cucharadita de canela molida
Preparación
1. Dispón el puré de calabaza:
Puré de calabaza
- Coloca el puré sobre papel absorbente y presiónalo bien para eliminar el exceso de agua. Este truco evita que las galletas queden blandas o pastosas.
2. Mezcla los ingredientes húmedos:
Mantequilla derretida
- En un bol mediano, bate la mantequilla derretida con los dos tipos de azúcar hasta que no queden grumos. Añade la vainilla y el puré de calabaza ya escurrido. Mezcla hasta obtener una textura cremosa y homogénea.
3. Combina los ingredientes secos:
Harina
- En otro bol grande, mezcla la harina, la sal, el polvo de hornear, el bicarbonato, la canela y el jengibre.
4. Une las dos mezclas:
Cuchara de madera
- Vierte los ingredientes húmedos sobre los secos y mezcla con una espátula o cuchara grande hasta conseguir una masa suave.(No te preocupes si parece blanda: al enfriarse, tomará cuerpo).
5. Refrigera la masa:
- Cubre el bol y deja reposar en la nevera al menos 30 minutos (hasta 3 días si quieres preparar con antelación). Este paso es clave para lograr galletas con buena forma y sabor concentrado.
6. Precalienta el horno:
precalentar horno
- Ajusta a 177 °C. Forra dos bandejas con papel vegetal o tapetes de silicona.
7. Forma las galletas:
Masa de las galletas
- Toma porciones de masa de unas 1 1⁄2 cucharadas y forma bolitas. Mezcla el azúcar y la canela del recubrimiento, y rueda cada bola hasta cubrirla por completo.
- Coloca las bolas en la bandeja dejando unos 7 cm entre cada una y aplana ligeramente la parte superior con una cuchara o taza.
Hornea:
Horno
- Cocina entre 11 y 12 minutos, hasta que los bordes se vean firmes. Si las galletas no se han extendido mucho, aplanarlas suavemente al sacarlas del horno.
- (Opcional: añade unas chispas de chocolate blanco por encima mientras aún están calientes).
Enfriar y disfrutar:
Galletas de calabaza caseras, (Pumpkin Snickerdoodle)
- Deja que reposen en la bandeja 10 minutos y luego pásalas a una rejilla. Espolvorea un poco de canela si quieres que tengan más aroma y sabor.
- Cuanto más se enfríen, más sabrosas estarán: el sabor a calabaza se intensifica con las horas.
Conservación:
Táper
- Guarda las galletas en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta 1 semana.Si puedes resistirte, ¡están aún mejores al segundo día!
En conclusión, las galletas caseras de calabaza, 'Snickerdoodle' son un pedazo de historia dulce: nacieron de la sencillez, conquistaron Estados Unidos con su aroma a canela y hoy se reinventan en versión de calabaza.
Su magia está en eso: transformar lo cotidiano en un sabor que huele a casa y a otoño. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.
