WeightWatchers, (WW) la empresa de la ‘dieta de los puntos’, se declara en quiebra

Cambios en el comportamiento del consumidor han erosionado su base de suscriptores. Los usuarios ahora prefieren apps móviles, atención médica virtual o tratamientos farmacológicos frente a métodos clásicos como el de WeightWatchers, que organizaba reuniones presenciales en casas particulares o centros comunitarios para compartir avances.

WeightWatchers, referente mundial en control de peso, se ha declarado en quiebra tras 62 años de actividad. La empresa busca reducir su deuda de más de mil millones de dólares y centrarse en la telemedicina, tras verse superada por la competencia de nuevos tratamientos farmacológicos como Ozempic (CNN).

Historia y evolución de WeightWatchers

WeightWatchers nació en 1963, impulsada por Jean Nidetch, una madre neoyorquina que vivía en Queens y que durante años había lidiado con el exceso de peso. El programa pronto ganó popularidad gracias a su enfoque en el apoyo grupal y la gestión alimentaria a través de un sistema de puntos.

En la década de 2000, la empresa dio el salto a los mercados bursátiles, iniciando una etapa de crecimiento y ampliación de su oferta hacia el bienestar general. Sin embargo, en los últimos años, sus intentos de adaptación al entorno digital no fueron suficientes para seguir el ritmo de los nuevos competidores (NBC Chicago).

Su enfoque original fomentaba cambios de hábitos duraderos, algo que con el tiempo fue perdiendo atractivo frente a soluciones más inmediatas. Pese a alianzas con celebridades e intentos de modernización, la marca perdió peso simbólico frente a nuevas voces más influyentes en redes sociales y en la industria farmacéutica (The New York Times).

La famosa ‘Dieta de los puntos’ es un sistema creado por WeightWatchers que asigna un valor numérico (puntos) a cada alimento, según su contenido en calorías, grasas, azúcares y proteínas. 

Cada persona tiene un límite diario de puntos y puede comer lo que quiera siempre que no lo supere. Así, en lugar de contar calorías, se aprenden a hacer elecciones más saludables sin eliminar ningún tipo de comida.

La seclaración de quiebra y su impacto inmediato

El 6 de mayo de 2025, WeightWatchers presentó su solicitud de quiebra bajo el capítulo 11, en el Tribunal de Quiebras de los Estados Unidos para el Distrito de Delaware. (Axios).

Esto le permite seguir funcionando mientras reestructura su modelo de negocio. El objetivo inmediato es aliviar su carga financiera y garantizar liquidez operativa mientras redefine sus prioridades estratégicas, entre ellas una fuerte apuesta por la atención médica virtual (RTE,).

Según el comunicado oficial, la empresa seguirá prestando servicio a sus clientes durante el proceso. Los directivos han insistido en que esta reorganización no implica el cierre de la marca, sino un intento de adaptarse a un mercado que ha evolucionado a gran velocidad y ha desplazado modelos tradicionales en favor de enfoques médicos más rápidos.

Problemas financieros y cambios del consumidor

La empresa acumuló más de mil millones de dólares en deuda debido a decisiones de expansión costosas y una caída constante de ingresos. Cambios en los hábitos del consumidor, que ahora prefieren soluciones médicas rápidas o programas digitales personalizados, redujeron significativamente el número de suscriptores.  Esta presión llevó a la compañía a buscar una reestructuración urgente (NBC Chicago).

A esta situación se sumó una disminución en las renovaciones de membresías, que durante años habían sido la base del modelo de negocio de WeightWatchers. La fidelidad de los usuarios ha disminuido conforme se diversifican las opciones en el ámbito del control del peso, y la competencia ha aumentado tanto desde apps móviles gratuitas como desde plataformas respaldadas por profesionales de la salud.

La amenaza de los nuevos medicamentos para adelgazar

El éxito de medicamentos como Ozempic y Wegovy ha sido decisivo. Estos tratamientos, recetados inicialmente para la diabetes tipo 2, se han convertido en soluciones rápidas y populares para perder peso. 

Su eficacia y fácil acceso en Estados Unidos desincentivaron la afiliación a programas tradicionales como WeightWatchers, afectando directamente su modelo de negocio basado en el cambio de hábitos sostenido.

Además, la confianza de los consumidores en este tipo de soluciones ha crecido gracias al respaldo médico y a la cobertura mediática. Cada vez más personas ven en estas alternativas farmacológicas una vía más efectiva, aunque costosa, que seguir una dieta estricta con seguimiento prolongado. 

Este cambio ha debilitado los fundamentos de programas tradicionales que se apoyaban en el compromiso a largo plazo.

De programa nutricional a plataforma de telemedicina

Para responder a esta nueva realidad, WeightWatchers pretende transformarse en una plataforma de salud digital. En 2022, bajo el liderazgo de su directora ejecutiva Sima Sistani, la compañía adquirió Sequence, una empresa especializada en gestión médica del peso que incluye servicios de prescripción de medicamentos. 

Esta compra marcó un giro estratégico hacia la integración de tecnología y medicina, dejando atrás su enfoque puramente conductual. La nueva estrategia busca convertir a WeightWatchers en una plataforma híbrida que combine bienestar, seguimiento clínico y soluciones personalizadas (CNN)

Incertidumbre y expectativas de futuro

Aunque el proceso de bancarrota le ofrece una vía para reinventarse, el éxito no está garantizado. WeightWatchers deberá convencer tanto a sus antiguos usuarios como a nuevos perfiles interesados en servicios médicos online. 

El panorama futuro dependerá de su capacidad para ofrecer un valor añadido frente a competidores ya consolidados en el ámbito farmacológico y tecnológico.

La clave estará en definir claramente su nuevo posicionamiento: si podrá ser percibida como una alternativa fiable en salud digital o si su herencia como marca dietética limitará su reinvención. También dependerá de su habilidad para integrar tecnología, atención médica personalizada y experiencia de usuario en un solo ecosistema eficaz.

En conclusión, la quiebra de WeightWatchers refleja su necesidad urgente de adaptarse al nuevo escenario de salud. Su apuesta por la telemedicina y los servicios digitales podría marcar su futuro, en un mercado dominado por soluciones médicas emergentes. 

Si logra posicionarse como una plataforma innovadora y médica sin perder su esencia de marca, aún podría jugar un papel relevante en la industria del bienestar. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.