FERIA TAURINA DE SAN ISIDRO
Morante cumple el sueño de abrir la Puerta Grande de Las Ventas
El diestro sevillano sale a hombros en la corrida de la Beneficencia después de dos maravillosas faenas llenas de arte y torería
Morante de la Puebla, llevado a hombros por el público de Las Ventas.
Morante de la Puebla ha hecho historia en una tarde cargada de torería, gusto, clasicismo, sello personal y un toreo único. Al primero lo recibió con jaleadas verónicas. Madrid estuvo con Morante desde el comienzo. Por ayudados por alto lo inició de muleta. Lo ligó con la diestra en dos series de auténtico ajuste y ceñimiento. Al natural, dejó muletazos de cartel. Una labor medida que sirvió para cortar una importante oreja tras enterrar el acero muy de verdad.
Otra obra grande dejó en el cuarto. Un toro de media embestida en el que puso el corazón y le sacó muletazos de cartel. Al natural, paró el tiempo. La plaza fue un clamor, puesta en pie. Aunque la estocada quedó desprendida el público pidió con muchísima fuerza el trofeo que le abrió la primera Puerta Grande de su vida en Madrid.
Fernando Adrián dejó lo mejor ante el segundo, al que cortó una oreja en una labor que caló en el tendido desde los inicios de muleta rodilla en tierra. Muy entregado el madrileño ligó series de mucho mando y poder. Al natural, también dejó buenos momentos. Un final por bernadinas y una buena estocada puso en su mano el trofeo.
Borja Jiménez lo intentó en un lote venido a menos y fue silenciado en sus labores. Se lidiaron toros de Juan Pedro Domecq en una nueva cita de ‘No hay billetes’ en los tendidos.
La tarde, en píldoras
Los toros de Juan Pedro no son exagerados. El primero le corresponde a Morante que luce de capa en los de recibo a la verónica. Cuida la lidia e inicia una faena de muleta con detalles de gran plástica y composición. Soberbio con la diestra y al ralentí con la izquierda. Morante se gusta y es distinto. La faena no ha sido maciza, pero ha tenido mucho calado. Ahora, falta la espada. Es entonces cuando se produce el milagro. Hasta la bola, bien señalada, afloran los pañuelos y se le concede una oreja de ley.
Derechazo de Morante al primer toro de su tarde.
La tarde ha empezado bien, lo que hace subir enteros la ambición del resto de la terna. Fernando Adrián no se achica. Se emplea de capa, no se arredra ante la figura de Morante. Bien. Y con la muleta aprovecha las bondades del juanpedro. En verdad que es otra historia, pero no de menos sabor. Y por eso corta la segunda oreja del festejo.
No es toro de lucimiento el tercero. La disposición de Borja Jiménez no tuvo su correspondencia en las embestidas del toro de Juan Pedro. Y así, la faena fue voluntariosa y aseada sin más. Lo peor es que se remata mal con la espada.
Cabía la esperanza de volver a ver a Morante en el cuarto. La justeza de fuerzas se hizo patente desde los inicios. Pero, las ganas del maestro también. A los de inicio, le sigue una faena sin toro, de pura plástica y estética. ¿Eso es toreo? Eso es tauromaquia "made in Morante". De pases lentos, muletazos sentidos, composición vertical. No se cansa. El de la Puebla sabe que lo puede conseguir. Tiene hambre de triunfo. Se excede de faena. Llega la hora de la verdad. Se perfila. Se vuelca sobre el morrillo y deja una entera, defectuosa, pese a lo cual se asegura la Puerta Grande de Las Ventas.
Preciosa verónica de Fernando Adrián.
La tarde no había terminado. Adrián quería acompañar a Morante. Inicia méritos con largas de rodillas, lances variados. Muy pendiente de la lidia. El toro pierde las manos. Administrar los tiempos es esencial. Como hacer otro tanto en el caballo, también. Aprovechar sus embestidas en la muleta es imprescindible. Se dispone a ello. De rodillas en el centro del ruedo. Redondos y el de pecho. Tandas con las dos manos, el del desdén. Cambia la muleta de mano y supera los tornillazos del quinto del festejo. Está listo el diestro, los toques, aguanta y finalmente puede. Todo el mundo pendiente. Se la tiene que jugar. Se precipita, ¡maldita sea! y señala un feo bajonazo. Todo se viene abajo. De nada sirvió lo anterior. El sueño se esfumó. Oportunidad de oro perdida. Lo siento, torero.
Borja Jiménez no tuvo su tarde en Las Ventas.
Sale el sexto. Lo recibe Borja que no quiere irse de vacío. El toro es incierto. La faena va de menos a más. Poco a poco. No es fácil. Le falta fondo. Derechazos a los que siguen naturales que no calan en el tendido pese al mérito del torero de Espartinas. Es el toro más deslucido. Luego vendría el sainete con la espada. No ha sido la tarde soñada
La reseña
Plaza de Toros de Las Ventas. Corrida de Beneficencia.
Toros de Juan Pedro Domecq, justos de presentación y juego desigual.
Morante de la Puebla. Oreja y Oreja.
Fernando Adrián. Oreja y Silencio.
Borja Jiménez. Silencio y Silencio.
Los premios de la Feria
El jurado convocado por Plaza 1, compuesto por periodistas especializados, ha fallado los premios que designan a los triunfadores de la recién finalizada Feria de San Isidro en la Plaza de Toros de Las Ventas. Alejandro Talavante ha sido designado triunfador del ciclo, Morante de la Puebla ha sido galardonado por la mejor faena y Víctor Hernández ha sido reconocido torero revelación.
La relación completa de los premiados es la siguiente:
TRIUNFADOR DE LA FERIA. Alejandro Talavante.
MEJOR FAENA. Morante de la Puebla.
MEJOR NOVILLERO. Aarón Palacio.
MEJOR REJONEADOR. Diego Ventura.
TORERO REVELACIÓN. Víctor Hernández.
MEJOR ESTOCADA. Uceda Leal.
MEJOR PICADOR. Borja Lorente.
MEJOR BREGA. Raúl Ruiz.
MEJOR BANDERILLERO. Iván García.
MEJOR TORO. 'Frenoso', de Victoriano del Río, lidiado por Fernando Adrián la tarde del 16 de mayo.
MEJOR GANADERÍA. Jandilla, lidiada la tarde del 5 de junio.