SALUD
Kale, superalimento rico en nutrientes
Permite controlar la glucosa en sangre, previene del riesgo de desarrollo de cáncer, reduce la presión arterial y evita el desarrollo del asma

Kale
Si aún no has probado el kale, si no conoces sus beneficios nutricionales, no tienes idea de lo que te estás perdiendo. El kale (Brassica oleracea var. sabellica), la berza o col rizada, es un superalimento altamente nutritivo que se sitúa a la cabeza de los alimentos más saludables del mundo. Hablamos de un fuera de serie que proporciona nutrientes esenciales en abundancia, una fuente sin igual de vitaminas y minerales esenciales para el buen desarrollo de las actividades metabólicas del organismo. Comer col rizada es conveniente para mantener una piel y un cabello saludables, unos huesos fuertes y una actividad digestiva sana. Su consumo aleja el peligro de padecer enfermedades del corazón. Permite controlar la glucosa en sangre, previene del riesgo de desarrollo de cáncer, reduce la presión arterial y evita el desarrollo del asma.
El kale, una verdura crucífera de hoja verde oscuro, pertenece a la familia Brassica, un grupo de hortalizas que incluye la col, coliflor y las coles de Bruselas. La encontramos en el mercado prácticamente todo el año, siendo especialmente abundante desde mediados del invierno hasta principios de la primavera. Al igual que otras verduras de hoja verde, como las espinacas y acelgas, el kale tiene un sabor que nos recuerda al suelo, a la tierra. Tiene un leve amargor, que se acentúa más en las hojas grandes y maduras, y un punto picante, sobre todo en los ejemplares jóvenes. De tallo fibroso, su textura es firme, crujiente. Cuando se cocina los sabores se suavizan, predominando una dulzura natural.
La col rizada es una fuente abundante de vitamina A, vitamina B6, vitamina B9 (ácido fólico), vitamina C y vitamina K. El kale es rico en betacaroteno, que el cuerpo convierte en vitamina A, en vitamina B6, fundamental para el metabolismo de las proteínas y la función cerebral, y en vitamina B9, crucial para el crecimiento y desarrollo. La vitamina C es imprescindible para el sistema inmunológico, necesaria para la producción de colágeno y la absorción de hierro.
La vitamina K es precisa para la coagulación sanguínea y la salud ósea. Nos aporta varios minerales esenciales, como el hierro, calcio, potasio, cobre, magnesio, fósforo y manganeso. Es baja en calorías, proporcionando 49 calorías por cada 100 gramos.
Entre sus propiedades terapéuticas destaca su gran poder antioxidante y antiinflamatorio. Además de antioxidantes como la vitamina C, el beta-caroteno y el manganeso, también proporciona 45 flavonoides diferentes, entre los que cabe citar por su importancia el kaempferol y la quercetina. Se tiene certeza que los flavonoides de la col rizada, que ayudan a fortalecer su poderosa función antioxidante, son responsables de su gran poder antiinflamatorio, mostrándose muy eficaces frente a la inflamación crónica y el estrés oxidativo celular.
El kale proporciona omega-3 en una cantidad significativa. Lo hace en forma de ácido alfa-linolénico (AAL), que es un ácido graso poliinsaturado esencial que el cuerpo no puede sintetizar. Es también una importante fuente de fibra natural que garantiza disfrutar de una buena salud digestiva. Otro componente especial de este alimento son los glucosinolatos, con demostradas propiedades preventivas frente al cáncer de vejiga, mama, colon, ovario y próstata.
Apoya al sistema de desintoxicación del cuerpo aportando isotiocianatos (ITC), moléculas que regulan la desintoxicación junto con los glucosinolatos, permitiendo el correcto proceso de desintoxicación a nivel celular.
(*) Experto en Salud y Medio Ambiente. Biólogo