Prisión para la conductora ebria y drogada que provocó la tragedia del puerto de Gandia

El Juzgado de Instrucción número 1 de Gandia ha decretado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, para la joven de 25 años que el pasado jueves protagonizó el accidente mortal en el puerto de Gandia y que costó la vida a su amiga, de 38 años. La conductora, que se encontraba bajo los efectos del alcohol y la cocaína, no ha querido declarar ante el juez y se ha acogido a su derecho constitucional a guardar silencio.

Los hechos ocurrieron en la zona de aparcamiento junto al muelle, un espacio sin barreras que separen los vehículos del mar. Allí, el coche -un Kia Ceed blanco- cayó al agua tras un violento acelerón. Al volante se encontraba la joven ahora encarcelada, de nacionalidad brasileña y sin carné de conducir en España. A su lado, la víctima, también brasileña pero nacionalizada española, que sí disponía de permiso de conducción.

El siniestro se produjo sobre las ocho de la tarde. Según testigos, el vehículo -automático y adaptado a personas con movilidad reducida- dio un fuerte acelerón, se descontroló y terminó precipitándose al agua tras volar varios metros. Cuatro hombres que presenciaron la escena se lanzaron al mar y lograron rescatar con vida a la conductora, que permanecía atrapada por el cinturón de seguridad. Sin su intervención, también habría muerto ahogada.

Sin embargo, la suerte no fue la misma para su acompañante. Los intentos desesperados por sacarla del vehículo resultaron inútiles. Incluso un agente de la Policía Local, que se encontraba fuera de servicio, se tiró al agua con una linterna para intentar salvarla, pero tuvo que desistir ante la falta de visibilidad.

Tres horas después, buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil localizaron el cuerpo sin vida de la mujer y lo rescataron. A la mañana siguiente, el coche fue extraído del fondo marino y sometido a un exhaustivo análisis para determinar las causas del accidente.

El resultado de las pruebas no dejó lugar a dudas: la conductora triplicaba la tasa máxima de alcohol permitida (0,81 miligramos por litro en aire espirado) y dio positivo en cocaína. Además, carecía del permiso de conducción necesario, lo que agrava los cargos a los que se enfrenta: homicidio por imprudencia grave y delitos contra la seguridad vial.

La jueza ha decretado su ingreso en prisión preventiva ante el riesgo evidente de fuga, dado que la mujer podría marcharse a su país, Brasil, y para garantizar su presencia en el futuro juicio. La investigación sigue abierta, mientras Gandia trata de digerir la brutal tragedia que, en cuestión de segundos, segó la vida de una mujer y destrozó la de su entorno.