Los penaltis le dan el pase a cuartos a un Madrid irreconocible ante un fiero Atleti
Un gol de Gallagher a los 37 segundos adelantó a los rojiblancos ante un timorato equipo blanco, que no dio señales de vida hasta el minuto 60. A los de Ancelotti les espera el Arsenal en cuartos

Rudiger celebra la clasificación del Madrid
Que sí, que los Dioses del fútbol son del Real Madrid. Y el que manda en la capital es, para desesperación del Atlético, el equipo blanco. En una eliminatoria épica, decidida en la tanda de penaltis tras el 1-0 con el que acabaron los 120 minutos, el rey de Europa logró clasificarse para cuartos tras eliminar a su gran rival pese a que durante 60 minutos fue muy superior a su adversario.
El partido se decidió en la tanda, pero comenzó como una ráfaga de ametralladora. En la primera jugada, saque de centro del Atlético, el Madrid solo acertó a tocar el balón una vez, un despeje errado de Asensio, y su blandura defensiva castigó a los de Ancelotti: gol de Gallagher a los 37 segundos de iniciado el choque con un Metropolitano que era el Vesubio en erupción. La eliminatoria estaba igualada y quedaba todo el partido en Canillejas para que se decidiera.
Y no conviene poner paños calientes, estaba además justo donde quería el Cholo. El Madrid saltó al campo como si aquello no fuera con ellos, ni siquiera el tortazo del gol les ayudó a espabilar. Vinicius y Mbappé no olían un balón, Bellingham lo intentaba todo pero no daba una derechas y sólo Rodrygo daba algo de sensación de peligro, si es que a lo poquísimo que ofrecían los de Ancelotti se podía llamar 'peligro'.
El Atlético se refugió en un 4-4-1-1 cerrando todos los pasillos interiores y la torpeza del Madrid por banda, con un Vinicius ofuscado y apagadísimo, hizo lo demás. De Paul mandaba en el medio y Griezmann, pese a su evidente lentitud, era capaz de lanzar contras peligrosísimas que desbataba siempre Courtois, de largo el mejor de su equipo.
Ni siquiera en el arranque de la segunda parte el Madrid dio sensación de mantener las constantes vitales. Circulaba el balón con una parsimonia excesiva, con los jugadores trotando (y despacito)... hasta que entró Camavinga. Últimamente desesperante, el francés reemplazó a Modric, Valverde pasó al medio y la energía del centro del campo más potente físicamente del mundo comenzó a hacerse notar.
Se acabó el juego elaborado, por supuesto, pero las transiciones del Halcón uruguayo y la solidez defensiva de Camavinga permitieron al Madrid, por primera vez, tomarle el pulso al partido. Están leyendo bien: el Madrid no tenía ocasiones, y por eso no se las cuento. Hasta que Mbappé, en su única acción acertada del partido, provocó un penalti de Lenglet en el minuto 70.
¿Recuerdan dónde mandó el balón Sergio Ramos en aquella fatídica tanda ante el Bayern? Pues ya tiene compañero de viaje, el chutado por Vini. Altísimo, desviadísimo... Si el brasileño no había hecho nada en el partido, tras aquello se ofuscó, se encerró en tratar de resolver el partido en una acción individual suya que jamás le salió y decidió no volver a sacrificarse en defensa ante la desesperación de sus compañeros.
Prórroga a no perder
El Atlético seguía sólido: en defensa no sufría aunque en ataque la energía de los dos medios centros madridistas taponó casi todas las vías de agua. Era imposible que los rojiblancos marcasen salvo genialidad de un Julián Álvarez que se marchitó según corría el reloj. Y el Madrid no podía. Así que entre trompicones, algún que otro pique típico de un derbi y ninguna ocasión clamorosa fallada, se acabaron los 90 minutos y una prórroga donde los dos equipos no querían ganar, sino no perder. Penaltis.
Y ahí apareció el Dios del fútbol y le bajó, como siempre, el pulgar al Atlético. Un penalti en la tanda que revisa el VAR y lo que era gol se convierte en fallo por doble toque en el lanzamiento de Julián Álvarez. Marcos Llorente haciendo de Juanfran en Milán y estrellando su lanzamiento en la madera, aunque en este caso fue el larguero. Lucas Vázquez, esta vez, marró el suyo, pero quien no falló fue Rudiger el disparo definitivo. El Madrid está en cuartos, donde jugará ante el Arsenal, y el Atlético lamiéndose las heridas. ¿Quién manda en la capital?