El FC Barcelona se endeuda a largo plazo para poder fichar y abrazar la norma 1:1
Recurre a una emisión de bonos millonaria para aplazar pagos del Espai Barça y obtener margen financiero y poder fichar a Nico Williams. LaLiga, sin embargo, advierte de que el club aún no cumple los requisitos

El nuevo Camp Nou es el epicentro del 'Espai Barça
El FC Barcelona ha ejecutado una nueva maniobra financiera para ganar margen de actuación en el mercado de fichajes: refinanciar a muy largo plazo parte de su deuda estructural. El club ha emitido bonos por valor de 424 millones de euros, extendiendo los pagos hasta el año 2050.
La operación afecta al 42% del préstamo vinculado al Espai Barça, que vencía entre 2028 y 2032. Ahora, se alargan los plazos hasta dentro de más de dos décadas, a un interés medio del 5,19%. El objetivo inmediato es claro: liberar espacio contable sin aumentar los ingresos reales.

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Este movimiento permitiría al club actuar en el mercado sin cumplir con el ratio 1:1 exigido por LaLiga, que solo autoriza fichajes si se compensa cada euro de gasto con otro de ingreso. De momento, la operación es una forma de ganar tiempo… y disimular la situación.
Javier Tebas ha sido tajante en su valoración. “Ahora mismo, el Barça no está en la norma 1:1”, advirtió el presidente de LaLiga, que exigirá al club cumplir con todos los requisitos económicos si quiere inscribir jugadores como Nico Williams o cerrar otras operaciones este verano.
Muchas dudas
Aunque el club presume de una calificación positiva por parte de agencias como DBRS Morningstar, la emisión de deuda adicional genera dudas. La operación aplaza el problema, pero no lo resuelve. Y añade una nueva carga financiera a medio y largo plazo que hipotecará aún más el futuro del club.
El uso sistemático de estas “palancas financieras” ya generó sanciones en Europa, cuando la UEFA multó al Barça por incumplimientos de su fair-play finaciero. A pesar de los avisos, la entidad insiste en repetir fórmulas que convierten la deuda en la única puerta de entrada al mercado.
El modelo empieza a mostrar signos de agotamiento. Mientras la mayoría de clubes ajustan sus presupuestos con ingresos deportivos, el Barcelona se sostiene a base de refinanciaciones. Puede que el truco funcione una vez más, pero cada movimiento agranda el riesgo y deja al club más expuesto que nunca.