Gonzalo y el Real Madrid retan al PSG en semifinales del Mundial de Clubes
El canterano, cuatro goles y una asistencia, no falla ante el Dortmund (3-2) y pasa con solvencia. Le espera el campeón de Europa y enemigo declarado. Fran García y Mbappé redondearon el resultado
Mbappé celebra su gol ante el Dortmund
Espera el PSG, el enemigo más odiado. El campeón de Europa, entrenado por Luis Enrique. El que boicoteó la Superliga, el del presidente que se alió con la UEFA para frenar el sueño superliguero de Florentino Pérez. El Real Madrid, con otro gol de un Gonzalo que ya es pichichi del Mundial, pasó con menos apuros de lo que muestra el resultado (3-2, aunque Courtois hizo una parada antológica en el último balón del partido) ante el Dortmund a las semifinales del Mundial de Clubes. Ahora espera la madre de todas las batallas.
El Madrid de Xabi Alonso va carburando mejor cada partido que pasa, probando mil variantes tácticas pero sacando los partidos adelante salvo el de su debut, con todo demasiado verde. En apenas diez minutos, Gonzalo aprovechó como un depredador un centro de Arda con una zurda que durante el partido fue más magica que un trasplante de pelo en Estambul. Diez minutos después, Fran García aprovechó un pase atrás de Trent para fusilar el segundo ante un Dortmund que daba muchas facilidades defensivas.
Así que los blancos atravesaron un partido plácido hasta una prolongación de locos, controlando a su rival y pudiendo probar variantes sobre el verde. Bellingham sigue sin encontrar su sitio, pero no se le puede negar el desempeño. Tchouameni se ha convertido en un seguro como central, y Arda Güler le está cogiendo el gusto a eso de mover el equipo, dos asistencias de gran calidad ante los amarillos. Todo parece carburar bien. O casi.
Porque hay un futbolista que sigue dejando malas noticias en Estados Unidos, y es un Vinicius que no es ni la sombra de lo que fue. No solo es que no le salga casi nada, es que su lenguaje corporal muestra a un jugador frustrado. Xabi Alonso tiene una tarea mastodóntica porque recuperar al brasileño es capital, más si se acaba marchando un Rodrygo que disputó un limosna de cinco minutos.
Todo fue como la seda para el Madrid hasta el alargue. Encajó el 2-1 en una jugada aislada y todo se desmadejó de repente. Cierto que Mbappé acertó con una tijera para la hemeroteca, pero el Dortmund creó más peligro que en el resto del partido. Huijsen cometió un penalti de juveniles (y encima vio la roja, se pierde el duelo con el PSG), los alemanes pusieron el 3-2 y en el último balón de partido, San Courtois hizo uno de sus milagros. Ante el PSG, el miércoles, hará falta algo más.