| 30 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Una mujer pasea por Sevilla en la última ola de calor.
Una mujer pasea por Sevilla en la última ola de calor.

El crecimiento del turismo en España, en serio riesgo por las olas de calor

La agencia Moody's alerta de un aumento de la presión sobre los precios y las cuentas públicas o una mayor volatilidad de los precios de la energía debido al ascenso de las temperaturas.

| Félix Hernández Economía

La agencia advierte que se espera un aumento en la intensidad, número y duración de los fenómenos climáticos extremos en los próximos años, lo que tendrá efectos crediticios negativos a más largo plazo. Los países mediterráneos, como España, podrían sufrir un menor atractivo como destino turístico, además de enfrentar un aumento en la presión sobre los precios y las cuentas públicas, así como una mayor volatilidad en los precios de la energía.

Aunque los costos económicos y fiscales serán manejables a corto plazo, Moody's advierte que el aumento previsto en los fenómenos climáticos extremos tendrá consecuencias negativas en el futuro. La actual ola de calor podría afectar los precios de los alimentos y el turismo debido a que estos países son importantes proveedores de productos agrícolas como aceitunas, uvas, cereales y frutas.

Las olas de calor también podrían reducir el atractivo del sur de Europa como destino turístico a largo plazo o al menos disminuir la demanda en verano, lo que tendría consecuencias económicas negativas debido a la importancia del sector turístico en la región.

Además, tanto los países del sur como los del norte de Europa se verán afectados por las condiciones climáticas cálidas y secas, lo que afectará las cadenas de suministro debido a la bajada del caudal en las principales rutas de transporte fluvial, aumentando los costes de transporte y causando una disminución del tráfico.

La generación de electricidad, especialmente la hidroeléctrica, también se verá afectada negativamente por el calor y la sequía, lo que aumentará la volatilidad de los precios de la energía, ya que los países podrían recurrir a combustibles alternativos o importaciones.

En términos fiscales, Moody's considera probable que los gobiernos tengan que extender el apoyo a las regiones afectadas si las condiciones climáticas extremas persisten. Por ejemplo, el riesgo de incendios forestales aumenta con el calor, lo que genera costos adicionales para las arcas públicas. Las medidas de adaptación para fortalecer la resiliencia ante los eventos climáticos extremos requerirán gastos públicos significativos, pero manejables.

La Comisión Europea estima que, para limitar el aumento de las temperaturas globales a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, las inversiones en adaptación deberían rondar los 40.000 millones al año o el 0,3% del PIB de la UE.

El aumento del calor tendrá implicaciones fiscales negativas

En ausencia de medidas para mitigar las implicaciones fiscales negativas de los eventos climáticos extremos, Moody's advierte que el coste de estos eventos tendrá consecuencias fiscales significativas. Por ejemplo, si las temperaturas medias globales aumentan alrededor de 1,5 °C, los coeficientes de deuda podrían ser 4,5 puntos porcentuales más altos en España para 2032, 2,6 puntos porcentuales más altos en Grecia y 2,2 puntos porcentuales más altos en Italia, principalmente debido a los costos económicos y fiscales de los eventos climáticos extremos.

En general, aunque el impacto fiscal puede parecer relativamente pequeño en comparación con otros desafíos que enfrentan los emisores soberanos europeos, como el envejecimiento de la población, Moody's advierte que los eventos climáticos más frecuentes e intensos se sumarán a una serie de prioridades de gasto en competencia, lo que aumentará las presiones sobre las finanzas públicas.