Más de 250.000 hectáreas arrasadas y 27.000 evacuados en la peor oleada de incendios de la historia
España vive una de sus peores tragedias medioambientales del verano: los incendios forestales han arrasado ya más de 250.000 hectáreas y obligado a evacuar a 27.000 personas en Galicia, Castilla y León y Extremadura. Con cuatro víctimas mortales y centenares de efectivos luchando contra las llamas, el Gobierno ha pedido ayuda urgente a la Unión Europea mientras la meteorología ofrece un respiro tras la ola de calor.

Vista satelital de los incendios en España
La devastación provocada por el fuego en Galicia, Castilla y León y Extremadura alcanza cifras dramáticas, con cuatro fallecidos y miles de vecinos obligados a abandonar sus hogares. El Gobierno ha solicitado ayuda a la Unión Europea mientras la mejora del tiempo abre una pequeña ventana de esperanza.
Una tragedia sin precedentes
España vive uno de los episodios más graves de incendios forestales de los últimos años. Las llamas han calcinado ya más de 250.000 hectáreas y forzado la evacuación de 27.000 personas, principalmente en Zamora, Palencia y Cáceres. A la magnitud de la catástrofe se suma el drama humano: cuatro personas han perdido la vida, entre ellas un bombero forestal fallecido tras volcar la autobomba que conducía en León, mientras otro brigadista se encuentra muy grave y dos más presentan quemaduras de pronóstico reservado.
Galicia, epicentro de la destrucción
En Galicia, nueve incendios continúan activos este lunes en la provincia de Ourense. La Consellería de Medio Rural cifra en 62.000 las hectáreas arrasadas. El fuego más virulento se originó en Larouco y ya afecta a siete municipios, tras extenderse a la provincia de Lugo, con un balance provisional de 15.000 hectáreas quemadas. El avance de las llamas amenaza además a zonas limítrofes de Zamora.
Economía
España arde: los incendios forestales se disparan y dejan una factura millonaria
Borja Fadón
Castilla y León, en alerta máxima
La Junta de Castilla y León mantiene la máxima preocupación ante la evolución de los incendios. En esta comunidad ya han sido desalojadas 5.300 personas de 76 localidades. La negativa de algunos vecinos a abandonar sus casas por miedo a que las llamas lleguen sin defensa suficiente complica la tarea de los operativos.
En el entorno del Lago de Sanabria, una docena de localidades se preparan para una evacuación masiva. El fuego de Porto podría obligar a salir a más de 8.000 vecinos. Mientras tanto, en Guardo (Palencia), con 5.500 habitantes, se ha decretado el confinamiento.
El incendio que avanza en la vertiente leonesa del Parque Nacional de Picos de Europa ha obligado ya a desalojar a 775 personas de once localidades, en su mayoría personas mayores. La Junta da por hecho que el megafuego de Jarilla (Cáceres) terminará extendiéndose hacia Salamanca y Ávila.
Extremadura, frente a un “megaincendio”
La situación en Cáceres es especialmente grave. El incendio declarado en Jarilla supera las 12.000 hectáreas arrasadas, con un perímetro de 140 kilómetros. En la zona trabajan 315 efectivos y 20 medios aéreos, reforzados con recursos de otras comunidades y ayuda internacional procedente de Alemania y Eslovaquia. Según los datos actualizados por la Junta de Extremadura, los fuegos han calcinado ya 30.000 hectáreas en la provincia.
Asturias respira con la llegada del norte
El cambio de las condiciones meteorológicas empieza a aliviar la situación en Asturias. La bajada de las temperaturas y la entrada de viento norte con más humedad han permitido estabilizar varios focos. En total, siguen activos ocho incendios, dos se encuentran estabilizados y cinco han quedado ya controlados. El de Genestoso, en Cangas del Narcea, y el de Somiedo concentran la mayor preocupación al afectar a la zona limítrofe con León.
La ayuda europea, en camino
El Gobierno central ha solicitado apoyo a la Unión Europea para combatir dos de los grandes incendios activos, después de que Alberto Núñez Feijóo reclamara el refuerzo internacional ante la magnitud del desastre. La esperanza está ahora puesta en la bajada de temperaturas y en la acción de los equipos de extinción, que libran una batalla titánica contra un fuego que ya ha dejado cicatrices imborrables en buena parte del país