Madrid saborea su momento: capital gastronómica, motor económico y escaparate internacional
La hostelería representa ya más del 6% del PIB madrileño y da empleo a 220.000 personas. La capital atrae a chefs internacionales, cadenas globales y fondos de inversión que encuentran en la ciudad un ecosistema fértil, estable y con proyección mundial.

Un plato de Chuca Ramen Bar
Madrid se ha consolidado como el epicentro gastronómico de Europa. La Comunidad no solo atrae la atención de críticos y turistas, sino también de los grandes grupos de restauración, fondos internacionales y emprendedores que encuentran en su ecosistema un terreno fértil para invertir y crecer. La fusión de tradición, vanguardia y dinamismo económico ha transformado la ciudad en un destino de referencia global, comparable con Londres o París, pero con un sello propio que combina hospitalidad, calidad de vida y creatividad.
Un ecosistema favorable a la inversión
El auge madrileño no es casual. La Comunidad ofrece un marco fiscal competitivo, con impuestos más bajos que en otras regiones, y ha simplificado los trámites mediante licencias exprés y digitalización administrativa que agilizan la apertura de negocios. A ello se suma la conectividad internacional del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que facilita tanto la llegada de turistas como la logística de importación de insumos.
El turismo, motor de la hostelería, vive un momento histórico: más de 12 millones de visitantes internacionales llegaron en 2024 a Madrid, con un gasto medio por turista cercano a los 1.800 euros, en el que la restauración ocupa un papel central. El residente, por su parte, es también un cliente clave: los madrileños destinan un 20% más que la media nacional a comer fuera de casa.
Ejemplo paradigmático de esta situación en la hostelería es el de Grupo Bonder & Co, que, tras triunfar en Ibiza con locales de lujo como Corsario, ha elegido Madrid —en el barrio de Salamanca— para abrir en 2025 su primer restaurante fuera de las Baleares. Un movimiento que confirma el estatus de la capital como nueva meca de la restauración premium.

Mercado de San Miguel
Madrid, destino de expansión para marcas globales
En apenas una década, Madrid ha pasado de importar conceptos a exportar tendencias. Grupos internacionales y nacionales han elegido la capital como trampolín.
El Grupo Jhosef Arias ya suma tres locales (Piscomar, Callao24 y Capón), consolidando una oferta de cocina peruana con influencias asiáticas.
Big Mamma Group, fenómeno europeo, escogió Madrid como su primera incursión fuera de Francia e Italia, con Bel Mondo y Villa Capri como éxitos indiscutibles.
La icónica Roberta’s de Brooklyn desembarcará en 2025.
Manteigaria, una fábrica y tienda portuguesa de pasteles de nata fundada en 2014 en Lisboa, que ha abierto tienda en Madrid en 2025.
Cadenas globales como Five Guys, Honest Burgers, Popeyes, Vapiano o Tacos Don Manolito consolidan su presencia en la ciudad.
Negocios locales como Juana La Loca, que dio el salto de La Latina al barrio de Salamanca, o Varro, la taberna gastronómica que se abrió en la calle Serrano como una versión más desenfadada de la exitosa Varra Fina, muestran que Madrid también escala lo propio.
El calendario de 2025 anticipa aperturas de alto impacto: Okio Asian Street Market en Serrano, el nuevo Piantao, Mano (mex-española) o Chifa Doromari, que mezcla Perú y Asia. Madrid ya no copia tendencias, ahora las exporta y compite en el mismo nivel que Londres, París o Nueva York.
El talento local marca el ritmo
El fenómeno no se explica solo por los grandes grupos. Madrid es también un semillero de emprendedores que saben conjugar creatividad y visión empresarial.
Ejemplos recientes son La Rox, taberna moderna en el barrio de Ibiza que reivindica el tapeo castizo; Jojo’s, en La Latina, que combina pizzas de masa madre con cócteles y DJ; o clásicos contemporáneos como Chuka Ramen Bar, Mo de Movimiento, Kuoco, Nakeima o Caja de Cerillas, que siguen marcando estilo y atrayendo al público joven y foodie.
El modelo es claro: en Madrid, lo pequeño puede crecer a lo grande, y lo independiente puede convertirse en tendencia.
Conectada a las grandes corrientes globales
La hostelería madrileña no vive de espaldas a las tendencias internacionales: las acoge, las adapta y las transforma.
Sostenibilidad y kilómetro 0: proyectos como Corsario, Mo de Movimiento o Frutas Prohibidas apuestan por productores de cercanía.
Cocina con propósito: locales que integran impacto social o ecológico en su ADN.
Espacios híbridos: como el renovado Mercado de San Antón o el complejo X-Madrid, que combinan gastronomía, arte, coworking y música.
Tecnología: el sector está plenamente digitalizado en reservas online, delivery premium o el uso de inteligencia artificial para gestionar cartas y flujos de clientes.
Tendencias 2025: auge del “ready-to-eat”, afterworks gastronómicos, eficiencia energética y proyectos que cuidan la salud mental de los equipos.

Un plato de RavioXO, de Dabiz Muñoz
Una proyección internacional que ya es realidad
Madrid está en el radar mundial. Los chefs Dabiz Muñoz y Dani García mantienen a la ciudad en el foco Michelin y en los principales rankings gastronómicos. Revistas como Condé Nast Traveller, Forbes, The Guardian o Eater han situado a la capital como la próxima gran referencia foodie.
En 2024, Time Out la colocó como la ciudad gastronómica nº1 de Europa y la quinta del mundo. Un reconocimiento que refuerza lo que ya ocurre en congresos como Madrid Fusión o Hospitality Innovation Planet (HIP), que en 2025 reunirá a más de 50.000 asistentes. A ello se suman el Salón Gourmets y FITUR, que en su edición de 2025 generó un impacto económico estimado en 445 millones de euros.
Los números hablan: el gasto medio por visitante internacional ha pasado de 1.300 a 1.800 euros en apenas tres años, con la restauración como una de las partidas principales que impulsa a los turistas a visitar la capital.
El motor económico de la hostelería madrileña
Más allá de los focos, el peso económico de la hostelería en la Comunidad de Madrid es indiscutible: el sector representa ya más del 6% del PIB regional, según datos de la patronal Hostelería Madrid. Además emplea a más de 220.000 personas, convirtiéndose en uno de los principales motores de generación de empleo en la región, mientras que la facturación anual de la hostelería madrileña superó en 2024 los 19.000 millones de euros, con una tasa de crecimiento del 9% respecto al año anterior.
El presidente de Hostelería Madrid, José Antonio Aparicio, subraya el momento histórico que vive la capital:
“Sin ninguna duda hoy la hostelería madrileña se consolida como referencia gastronómica internacional, con una gran potencia de atracción del inversor internacional. Son muchas las cocinas que hoy tienen una gran representación en la comunidad, no solo por el número de establecimientos abiertos sino por la calidad de sus propuestas. Y por encima de todo, nuestra cocina, la de menú del día, mercados municipales, las barras y las terrazas, únicas en el mundo. El sector está sabiendo abrir sus propuestas al público joven que cada vez muestra más interés y curiosidad por la cocina internacional, la cultura del vino, la artesanía de las cervezas, el café de especialidad o la coctelería, que hoy ya se puede disfrutar a cualquier hora del día. El interés de grandes inversores eleva el nivel de la oferta y la magia de los espacios en los que no solo se come y bebe, sino que se disfruta de experiencias únicas, con el espectáculo y la amenización musical cada vez más presente en horarios que, paradójicamente, se muestran cada vez más conciliados con el personal que los atiende. La sostenibilidad social, medioambiental y económica, en perfecto equilibrio, es la mejor fórmula para un sector que pretende crecer con orden y responsabilidad social.”

Platos de Cebo
Casos de éxito: de la idea a la expansión global
Un ejemplo del potencial de Madrid es Grosso Napoletano, cadena nacida en 2017 en Chamberí que hoy suma más de 40 locales en España y Portugal, con una facturación superior a los 70 millones de euros en 2024 y planes de salto a América Latina. Su receta: un producto de calidad, precios ajustados y un modelo escalable que ha seducido a fondos de inversión.
Otro caso paradigmático es Honest Greens, que inició su aventura en Madrid en 2017 y en apenas ocho años se ha expandido a más de 25 locales en España y Portugal, alcanzando una valoración de más de 150 millones de euros tras la entrada de capital internacional.
El espejo más mediático es el de DiverXO. El restaurante de Dabiz Muñoz, con tres estrellas Michelin y lista de espera de más de seis meses, genera cada año un impacto mediático y económico incalculable para la ciudad. Solo en 2024, se estima que su éxito ha atraído a más de 25.000 turistas internacionales que viajaron a Madrid expresamente para disfrutar de su propuesta.
Oportunidad y futuro
La Comunidad de Madrid ofrece lo que cualquier inversor busca: talento, público, dinamismo y proyección internacional. Desde un bar de barrio hasta un tres estrellas Michelin, pasando por franquicias internacionales o startups foodtech, el ecosistema es fértil y competitivo.
Madrid ya no es una promesa: es una realidad consolidada. Una ciudad que no solo se come, sino que se vive, se comparte y se proyecta al mundo como la capital gastronómica del momento.