Ayuso acierta de nuevo: no al Bachillerato para fabricar seguidores de Sánchez

Con el olfato y la valentía habituales, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha presentado un recurso en el Tribunal Supremo contra el currículo que la LOMLOE impone para el Bachillerato, claramente inclinado a extender en las aulas una visión ideológica y doctrinaria de la enseñanza.

El PP ya recurrió ante el Tribunal Constitucional en su conjunto la llamada Ley Celáa, que impone esa misma visión ideológica en todos los tramos educativos; arrincona la enseñanza religiosa; entierra el mérito y la capacidad como herramientas de progreso; excluye al español como lengua vehicular; estigmatiza a la enseñanza concertada y adapta los estudios al canon político del Gobierno.

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Ayuso centra su respuesta en el programa del Bachillerato, que profundiza en el proselitismo de la LOMLOE de manera especialmente intensa: acaba con las calificaciones normales; permite pasar de curso con suspensos a criterio del profesor; empapa las asignaturas de ideología de género e ingeniería social; borra la historia común de España y sustituye a las familias como epicentro de la formación de sus hijos para sustituirla por un comisariado político resumido en la frase de Celáa: “Los hijos no son de sus padres”.

El nuevo bachillerato entierra el estudio de la Historia de España previo a 1812, olvidando dos gestas como el Descubrimiento o la Reconquista; imprime el igualitarismo sectario incluso en Matemáticas y Química e inunda el conjunto de la enseñanza de los mantras del Gobierno sobre la identidad de España; el maniqueísmo de bandos enfrentados o la ingeniería de género.

Las diferencias con Cataluña

Madrid no será insumisa ante la ley y la cumplirá, a diferencia de la Generalidad de Cataluña con el 25% de la enseñanza en español. E incluso ha acatado ya las resoluciones del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que le impedían inaplicar desde ya mismo parte de la LOMLOE. Pero irá hasta el final para defender el derecho de los estudiantes y las familias a no recibir adoctrinamiento en las aulas.

Aunque otras autonomías del PP no se han sumado de momento al recurso; todas respaldan la decisión del partido de reclamarle amparo al Tribunal Constitucional y avalan el apoyo claro de Feijóo a Ayuso, que una vez más conecta con la ciudadanía y se resiste a aceptar sumisamente la indigna agenda ideológica de un Gobierno sin límites.