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Pedro Sánchez ya sabe quién manda: Puigdemont marca el paso
Dos humillaciones seguidas en un margen de escasas horas sirven para dejarle claro al candidato socialista que le va a tocar sufrir mucho si quiere ser investido presidente.
El candidato del PSOE, Pedro Sánchez, quería una investidura rápida, antes de finalizar el mes de octubre. Carles Puigdemont dejó bien claro que de eso nada. Fijó una consulta a las bases a finales de mes, por lo que sí o sí Sánchez tendrá que fijar una fecha para después.
Decimos bien, Sánchez tendrá que fijar una fecha, porque aunque esa decisión corresponde en teoría a la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, en la práctica será el líder socialista el que la elija, con permiso de Puigdemont. Pero volvamos al hilo inicial. Tras esa primera humillación por parte del prófugo de marcarle los tiempos de su propia investidura, Sánchez ha sufrido una segunda, más gorda y dolorosa aún.
El líder del PSOE designaba a su exministro Salvador Illa como candidato al gobierno autonómico y, menos de 24 horas después, Puigdemont volvía a decir que de eso nada, que en Junts no consideran a Illa un interlocutor válido porque creen que les engañó en la negociación para la alcaldía de Barcelona.
El prófugo está crecido, sabe que Sánchez está muy débil, a merced de lo que quieran exigirle, y aprovecha sus bazas para recordarle quien manda. Disfruta humillándole en público. Así que el socialista logrará ser investido, pero le va a tocar sufrir bastante en el camino, quizás más de lo que tenia calculado.
