| 30 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, este miércoles.
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, este miércoles.

El "laboratorio" de Sánchez descoloca a los socios con su plan B... y hasta C

El presidente sigue eludiendo la palabra “amnistía”, por si al final no se cumpliesen las previsiones que manejan todos de acuerdo casi seguro. Pero también para marcar territorio

| Esther Jaén Opinión

Si tenemos que definir el estado de la negociación, habrá que concluir que, pese a ese halo pesimista que envuelve ahora la hipotética investidura, pese a las voces que se empiezan a escuchar apostando por una repetición electoral, los negociadores están convencidos de que sus conversaciones culminarán en acuerdo, sí o sí, porque hay una conjunción de intereses que pesa más que cualquier otro argumento.

Ninguno de los negociadores quiere repetición electoral, “que las carga el diablo”, según bromea uno de los dirigentes socialistas consultados por ESdiario, convencido de que habrá acuerdo y que “no será en el último suspiro del plazo, vamos, que no iremos al 26 de noviembre”.

El asunto es que todos tienen que ceder (algunos, como destacados dirigentes del PSOE tendrán que decir “digo” donde dijeron “Diego” en relación a la amnistía, en el mundo independentista tendrán que hocicar con su referéndum de autodeterminación; los vascos, esperarán su momento para subir su precio y Coalición Canaria (CC) ya ha saltado al ruedo de la negociación, diluyendo esas líneas rojas que suponían tanto la amnistía como la presencia de Sumar en el Ejecutivo (igual que hicieron con Vox en su momento).

Sánchez tiene plan A, B y hasta C. No es de extrañar que Jordi Pujol, que quizás sabe más por viejo que por diablo, haya aconsejado a Carles Puigdemont que se deje la candidez en casa… y que la fuerza lo acompañe.

Pero hasta ahí, todos van midiendo sus fuerzas, sus posibilidades y tratando de elaborar su relato, para ser los mejor parados ante sus posibles votantes. Así, Pedro Sánchez sigue eludiendo la palabra “amnistía”, por si al final no se cumpliesen las previsiones que manejan todos de acuerdo casi seguro, pero también para marcar territorio con los independentistas, para que tengan claro que él y el PSOE están preparados para una eventual ruptura y repetición electoral y que, por ello, preservan su argumento.

 

Sánchez e Illa, reunidos este pasado miércoles.

 

Los catalanes, por su parte, se miran de reojo entre sí, pero ahora acaban de darse cuenta de que empeñados como estaban en darse muerte entre sí, puede darles matarile su enemigo secundario, el líder del PSC, Salvador Illa, que ya les comió la merienda en las últimas elecciones catalanas y hasta el resopón en las generales del 23-J.

 

Por eso, para evitar que pueda llevarse los réditos -porque ellos están convencidos de que los habrá para aquellos que aparezcan como artífices- del acuerdo, quieren sacar de todos modos a Illa de la negociación. Pero a Sánchez le viene Illa como anillo al dedo, porque puede lanzarlo contra ellos como ariete o lanzarle también a aceptar pulpo como animal de compañía. Teniendo en cuenta que el PSC es un partido con entidad propia, por muy federado que esté al PSOE…

ERC y Junts se miran de reojo entre sí, pero ahora acaban de darse cuenta de que empeñados como estaban en darse muerte entre sí, puede darles matarile su enemigo secundario, el líder del PSC, Salvador Illa, que ya les comió la merienda en las últimas elecciones catalanas

Sánchez busca el acuerdo, pero se prepara para escenarios múltiples, para que los eventuales socios de investidura le teman, porque también tiene un plan B para una eventual ruptura. Y su plan B pasa por decir: “Pese a todas las mentiras y calumnias que vertieron sobre mí la derecha y sus terminales mediáticas, yo no he cedido, España no se ha roto, ni la Constitución ha saltado por los aires”.

Sánchez tiene plan A, B y hasta C. No es de extrañar que Jordi Pujol, que quizás sabe más por viejo que por diablo, haya aconsejado a Carles Puigdemont que se deje la candidez en casa… y que la fuerza lo acompañe.