| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez y Pablo Casado
Pedro Sánchez y Pablo Casado

El bloqueo del Poder Judicial lo provocan Sánchez y su Gobierno

El CGPJ no se renueva por el empeño de este Gobierno por convertirlo en otro órgano al servicio de Moncloa, saltándose los parámetros constitucionales. El PP debe resistir.

| ESdiario Editorial

Se cumplen 1.000 días ya desde que el actual Consejo General del Poder Judicial alcanzara el periodo máximo de su mandato, lo que sin duda es una preocupante anomalía que impide renovar el órgano de Gobierno de los jueces y magistrados españoles.

Pero se cumplen también casi 1.400 desde que el Consejo Europeo reclamara al Ejecutivo de Pedro Sánchez que respetar el sistema de elección de vocales y lo mejorara impulsado que doce de ellos procedieran de la libre decisión de los propios jueces.

Lejos de atender ese requerimiento, Sánchez ha hecho o intentado lo contrario: primero trató de imponer un cambio que le permitiera modelar el CGPJ a su antojo, con un sistema de mayoría simple que trasladar al órgano los acuerdos espurios entre PSOE y Podemos, menospreciando el mecanismo constitucional que obliga a buscar un respaldo de dos tercios del Congreso y, en consecuencia, un acuerdo con el PP.

Mucho peor que no renovar el Poder Judicial es renovarlo al servicio de Moncloa y de su visión invasiva de los poderes

Y después, cuando renunció a semejante abuso por la denuncia de todo el estamento judicial y de Bruselas; aprobó una Ley Exprés para paralizar el funcionamiento ordinario del Poder Judicial: ya que no pudo asaltarlo, quiso dejarlo inerte hasta que se rindiera.

 

En ese contexto, señalar a la oposición como responsable de todo es, además de una falsedad, una prueba de que las intenciones de Sánchez no han cambiado: tiene las mismas intenciones y espera que, por la presión del potente aparato mediático y político que secunda todos sus excesos, el PP se doblegue y acepte el abuso.

Pero si preocupante es que el CGPJ lleve casi tres años sin renovar, mucho más lo es que se renueve adaptado a los caprichos e intereses de un presidente que no cree en la separación de poderes y que ya ha demostrado, con el nombramiento de una ministra como Fiscal General del Estado,  que los quiere todos a sus órdenes. Casado debe resistir, pues, digan lo que digan de él ahí fuera.