España en crisis de democracia: con Zapatero empezó todo

El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, vuelve a estar de plena actualidad por su defensa de la legalidad y encaje de la amnistía -él sí pronuncia la palabra- dentro de la Constitución. Cada vez que Pedro Sánchez está en problemas recurre a él para que dé la cara y defienda lo indefendible. En ese arte es un consumado experto. Lleva años defendiendo el régimen venezolano de Nicolás Maduro, con el que comparte amistad, confidencias, mesa y mantel con frecuencia, no sabemos a qué precio.

Zapatero es el padre intelectual del ‘sanchismo’. Con él empezó la deriva en la que está sumida España. Con él como secretario general del PSOE se firmó en Cataluña el Pacto del Tinell. Aquel acuerdo fue un ‘cordón sanitario’ de las fuerzas de izquierdas al PP que dio la presidencia de la Generalitat a Pascual Maragall apoyado por ERC e Iniciativa per Cataluña y que establecía el compromiso de "impedir la presencia del PP en el gobierno del Estado, y renuncian a establecer pactos de gobierno y pactos parlamentarios estables en las cámaras estatales”.

El expresidente Zapatero estableció ese ‘apartheid’ ideológico contra el Partido Popular que Pedro Sánchez ha continuado y perfeccionado. Además, con la ley de la memoria histórica buscó reabrir viejas heridas de la Guerra Civil que se habían suturado en la Transición. Él sembró y abonó la semilla de la división en la sociedad española.

Tras unos años de tregua con el Gobierno del PP encabezado por el presidente Mariano Rajoy, apareció en el PSOE la figura de Pedro Sánchez que se hizo con el poder gracias a una moción de censura en la que aunó a todas las fuerzas de la izquierda antiespañola tanto catalanas como vascas, de izquierdas y derechas.

Acto final de campaña electoral del PSC en Barcelona con Marta Farrés, Salvador Illa, José Luis Rodríguez Zapatero, Jaume Collboni y Pedro Sánchez

Sánchez, aprendiz de Zapatero, ha superado con creces a su maestro con el paso de los años. Ha profundizado en ese ‘cordón sanitario’ al PP, ha dividido y crispado a la sociedad gobernando contra media España, saltándose una tras otra líneas rojas que parecían imposibles de transgredir y pervirtiendo las instituciones a su servicio.

Ahora el alumno aventajado de Zapatero está decidido a convertir España en una democracia simulada donde los tres poderes -Ejecutivo, Legislativo y Judicial- sean una mera expresión teórica y en la práctica estén todos bajo su mando. La Constitución en manos de un Tribunal Constitucional al servicio de Sánchez va a ser la coartada perfecta para sus tropelías disfrazadas de actos democráticos. Rodríguez Zapatero puso los cimientos y Sánchez va a culminar la obra.