| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Equipo de Gobierno de Orihuela de PP y Cs acordado en 2019
Equipo de Gobierno de Orihuela de PP y Cs acordado en 2019

La Cofradía oriolana de la Santa Resignación

Las desavenencias entre la coalición gobernante vienen produciendo numerosas muestras de enredos y palos en la rueda que impiden el necesario avance de la maquinaria municipal

Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? Para quienes ya no estudiaron latín en su bachillerato –ellos se lo perdieron- es la célebre frase pronunciada por Cicerón en la primera oración de la Primera Catilinaria y se traduce como “¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?”. La Conjura de Catilina no puede entenderse sin conocer la situación política e histórica en Roma. Y cuentan las crónicas que la política romana se trataba, en su forma más fundamental, de una pugna entre los integrantes de la clase senatorial por alcanzar la magistratura más alta posible: el consulado.

El Cursus Honorum o ‘Carrera de los Honores’ constituía una escalera de magistraturas de menor a mayor veteranía – y poder- por las que un político romano debía pasar para poder postularse como candidato a cónsul. Este Cursus estaba estrictamente estratificado por razón de edad, así como por los requisitos que debían cumplirse para poder presentarse. Es importante saber que, debido a la escasez de puestos disponibles -especialmente en las magistraturas mayores (Cónsul, Pretor)-, “la competencia era fiera e incesante”, según Syme. Esta lucha fue la que dio lugar a los grandes conflictos entre senadores prominentes, quienes acabaron por tumbar la república, aplastándola bajo el peso de su ambición.

Lucio Sergio Catilina provenía de una familia ilustre, con importantes antepasados que se remontan a los inicios de la república. Sin embargo, su reputación entre la aristocracia era de un hombre corrupto y degenerado que participó activamente en las proscripciones de Sila, mató a su propio hijo y, según comentan algunas fuentes, participó en una conspiración (no llevada a cabo) para tratar de tomar el control de la república por la fuerza, en el año 63 a.C. Durante la república romana tardía, el senador comenzó a ganarse la enemistad de la aristocracia que le temía a él y a sus planes económicos que promovían la cancelación completa de las tabulae novae y las reivindicaciones de ampliar el poder de las asambleas de la plebe. 

La indisimulada falta de química entre miembros de un mismo gobierno ha sido la tónica general del tiempo que PP y Cs lleva en este matrimonio de conveniencia en Orihuela

Catilina se postuló varias veces para el consulado sin éxito, lo que frustró definitivamente sus ambiciones políticas. La única posibilidad de obtener su propósito era ya a través de medios ilegítimos, la conjuración o la revolución. Esta, siempre según los planes iniciales, habría de alcanzar finalmente a la ciudad de Roma, donde la promesa de un programa social podría sostener a Catilina como dictador o como cónsul. Para llevar estos planes a cabo, Cayo Vornelio y Lucio Vargunteio deberían asesinar a Cicerón al amanecer del 7 de noviembre del 63 a. C. Sin embargo, Cicerón tuvo conocimiento de lo que se tramaba cuando Quinto Curio, uno de los senadores, le alertó del peligro a través de su amante Fulvia. De este modo, Cicerón pudo escapar de una muerte segura y, poco después, denunciaría a Catilina ante el Senado en el primero de los discursos de las Catilinarias.​ Y fue aquí cuando se produjo una de sus más famosas frases: Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? 

Pues bien, pienso que la célebre frase y -mutatis mutandis- hasta algo del escenario podría ser aplicable a la actual situación municipal oriolana. Si desde el primer momento del anterior mandato ya pudimos percibir que la cosa no pintaba nada bien para el normal discurrir de la actividad municipal, en el actual no ha ido a mejor, sino todo lo contrario. La descoordinación, o mejor la indisimulada falta de química entre miembros de un mismo gobierno –lejos de formar equipo, las zancadillas menudean-, ha sido la tónica general del tiempo que PP y Cs llevan en este matrimonio de conveniencia que se ha hecho ya insoportable para los propios contrayentes e irresistible para los ciudadanos, auténticos paganos del pulso diario que cada mañana plantean los titulares de las distintas delegaciones nada más comenzar su quehacer diario, todo ello en detrimento del normal funcionamiento de la organización municipal.

Las desavenencias entre la coalición gobernante vienen produciendo numerosas muestras de enredos y palos en la rueda que impiden el necesario avance de la maquinaria municipal, entre el asombro general de los oriolanos. Unas veces es por cuestiones relacionadas con Recursos Humanos; otras de Infraestructuras, Hacienda, Cultura o Urbanismo... Cualquier motivo es bueno para poner públicamente de manifiesto unas diferencias que ya no se pueden controlar. El último episodio –por el momento- es de esta misma semana y ha surgido a cuenta de la última delegación de competencias aprobada por la Junta de Gobierno en favor de los concejales de Urbanismo (Cs), Contratación y Hacienda (PP).  

En virtud de este acuerdo adoptado por mayoría se amplían las facultades de los ediles encargados de dichas áreas. De esta forma, el portavoz de Cs, José Francisco Aix, será el responsable de la tramitación, concesión, denegación y revocación de las licencias de carácter urbanístico, así como la incoación, tramitación resolución de expedientes de protección de la legalidad urbanística. La concejala de Contratación, Sabina-Goretti Galindo, asume ahora la competencia en la adopción de los acuerdos de adjudicación de todo tipo de contratos. Y al edil de Hacienda, Rafael Almagro, le corresponde la aprobación de todo tipo de gastos (incluida la justificación de las subvenciones concedidas), la designación de abogados y procuradores y la comparecencia en procesos judiciales cuya competencia era de la Junta de Gobierno, así como aprobar el cumplimiento inmediato de las sentencias judiciales y el gasto necesario para ello.

Desde la Alcaldía se justifica que la finalidad de estas delegaciones es aumentar la eficacia y agilidad en la tramitación de los procedimientos administrativos. Sin embargo, a José Francisco Aix esto le parece una forma de vaciar de contenido a la Junta de Gobierno en asuntos y decisiones importantes y de envergadura “lo que queda lejos de la lealtad hacia sus propios socios de gobierno y transparencia en la gestión del ayuntamiento” ya que las facturas o contratos se aprobarían “por la puerta de atrás”. Por ello, el portavoz de Cs avisa que renunciará a las facultades delegadas en su área de Urbanismo porque cree estar frente a otro “atraco y provocación” por parte del alcalde “que culmina en que el señor Bascuñana ha dinamitado el pacto de gobierno”.

Los Presupuestos Generales de las Entidades Locales constituyen la expresión cifrada, conjunta y sistemática de las obligaciones que, como máximo, pueden reconocer la Entidad y sus Organismos Autónomos

Graves palabras, sin duda. Pero, con todo, me parece más preocupante que vamos camino de que concluya el mandato de los miembros de la actual Corporación municipal sin tener aprobado el presupuesto ordinario. Porque –como se ocupa de recordar con meridiana claridad Jaime López Climent a sus alumnos del Campus de Las Salesas- los Presupuestos Generales de las Entidades Locales constituyen la expresión cifrada, conjunta y sistemática de las obligaciones que, como máximo, pueden reconocer la Entidad y sus Organismos Autónomos, y de los derechos que prevean liquidar durante el correspondiente ejercicio, así como de las previsiones de ingresos y gastos de las sociedades mercantiles cuyo capital social pertenezca íntegramente a la Entidad Local correspondiente.

No hace falta insistir en algo de manual: que el presupuesto del Ayuntamiento es un documento de fundamental importancia en la vida de la Corporación Local por ser un instrumento de planificación, dado su carácter limitativo en relación con los gastos en él recogidos, que permite diseñar las condiciones y posibilidades de la acción municipal. Y es que la estructura presupuestaria proporciona un control en la gestión y toma de decisiones, puesto que tiene en cuenta la naturaleza económica de los ingresos y de los gastos, las finalidades y los objetivos que se pretenden conseguir mediante el desarrollo y los servicios prestados por la Entidad a lo largo del año.

Por todo ello, resulta oportuno recuperar –aunque sea parcialmente- aquella genial composición que, a principios de 1895, insertaba en su primera página el periódico oriolano La Noticia Diaria bajo el título “Orcelis desplumata (Canto del Oriol)” y que empezaba así:

Hijos de la Armengola

que en vuestros verdes años

al salón de trifulcas

dirigís vuestros pasos.

Alzad, alzad la vista

y contemplad a un pájaro

que antes era de Oro

y ahora está des-dorado.

Si en aquel decimonónico momento eran Trinitario Ruiz Capdepón, Francisco Ballesteros Villanueva y José María Sarget Lillo, rodeados de sus fieles, quienes mangoneaban la política local, hoy nos toca sufrir a Emilio Bascuñana Galiano, Carolina Gracia Gómez, José Francisco Aix Egío, Carlos Bernabé Martínez y José Manuel García Escolano, con sus correspondientes cofrades y caporales en la sombra. Ellos y ellas son los responsables de la situación de estancamiento en la que se encuentra el municipio. Y tengo la impresión que alguno/a está pensando ya aquello de “para lo que me queda en el convento…”, mientras otros/as andan a la espera de ver si es posible el cambio de montura que les permita seguir disfrutando de la sabrosa nómina pública que (una parte, al menos) seguramente jamás percibirían en el ámbito privado. En cualquier caso -más allá de los ampulosos discursos vacíos de contenido-, ninguno/a tiene en cuenta el grave daño que están causando no solo al presente (son ya numerosos los trenes que se van perdiendo) sino también al futuro de esta Orihuela que sufre con franciscana paciencia una actuación altamente perniciosa.

PS.- Como estamos en época propicia, y por aquí somos especialistas en estas cosas, igual hay alguien dispuesto a crear –vista la capacidad de aguante ante el ninguneo dispensado también por las Administraciones supramunicipales- la Cofradía oriolana de la Santa Resignación. Si así fuera, propongo ya como mayordomos de honor a quienes actualmente nos (des)gobiernan. Y a los ciudadanos del común, que tomen buena nota a la hora de depositar su voto cuando lleguen, que inexorablemente llegarán, los idus de mayo del 23.