| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Arnaldo Otegi interviene en un acto de EH Bildu durante la pasada campaña de las elecciones municipales del 28M
Arnaldo Otegi interviene en un acto de EH Bildu durante la pasada campaña de las elecciones municipales del 28M

Otegi prefiere terroristas a toreros, aunque hubo uno en su partido

La cabeza visible de Herri Batasuna durante más de una década fue novillero, Tixquito de Amorebieta, aunque pudo más su afición por ETA que por la FIesta Nacional.

| Mr. Meme España

El líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, prefiere como es lógico que en las listas de un partido figuren terroristas antes que toreros. Es lógico, pura solidaridad gremial. En su vida se ha puesto delante de un toro, pero sí ha empuñado una pistola como miembro de ETA que fue. Así que no se le puede negar coherencia, aunque sí desmemoria. Ahora veremos por qué. 

“¿Estamos dispuestos a dejar la educación de nuestros nietos en manos de Vox? ¿En manos de toreros?”, se preguntaba Otegi este viernes raíz del anuncio de nombramiento de Vicente Barreda como vicepresidente del Gobierno de la Comunidad Valenciana. 

 

A Otegi, de piel muy fina ante el sufrimiento animal y muy gruesa ante el sufrimiento humano, le horrorizan los toreros. Por eso EH Bildu colocó en sus listas del 28M a 44 terroristas de ETA, siete asesinos entre ellos, y en cambio no llevó en ellas, que sepamos, a ningún torero. ¡Hasta ahí podíamos llegar! En su cabeza probablemente se mueve una idea: es indecente meter en las listas a gente que acaba con la vida de toros bravos jugándose la suya propia. ¡Hasta ahí podíamos llegar! Mucho mejor llevar a gente que lo único que ha matado en su vida es a seres humanos. 

En todo caso, conviene refrescarle la memoria a Otegi que, como con los escrúpulos, anda escaso de ella. Su partido, o mejor dicho, el partido embrión de Bildu, Herri Batasuna -del que el propio líder abertzale fue militante-, ilegalizado en su día por ser directamente el disfraz político de ETA, tuvo al frente a un torero muy completo, que no le hacía ascos a matar toros y  tampoco lloraba por los seres humanos que mataban sus amigos de ETA. Igual pedía una oreja desde el tendido que una cabeza de un concejal desde su partido.  

A Otegi, de piel muy fina ante el sufrimiento animal y muy gruesa ante el sufrimiento humano, le horrorizan los toreros. Por eso EH Bildu colocó en sus listas del 28M a 44 terroristas de ETA, siete asesinos entre ellos, y en cambio no llevó en ellas, que sepamos, a ningún torero.

Hablamos del fallecido Jon Idígoras, referente político del mundo proetarra y su cabeza visible más notoria durante los años 80 y parte de los 90. Idígoras fue novillero. Con el nombre de Txiquito de Amorebieta toreó en bastantes plazas del País Vasco, pero su vocación por ETA fue mayor que por la Fiesta Nacional. Así que nunca llegó a tomar la alternativa y cambió su afición por el estoque por la de las pistolas de sus amigos y compañeros etarras.