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Alberto Garzón
Alberto Garzón

Alberto Garzón se va entre la indiferencia: estas son las polémicas que deja

El ministro de Consumo y líder de IU abandona la política tras pasar por el Gobierno sin pena ni gloria y ser recordado por episodios como la cruzada contra los chuletones o los juguetes

| Enrique Martínez España

“¿Y ahora cómo vamos a saber qué fruta comer cada día?”, con esta frase irónica el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Carlos Díaz-Pache, reaccionaba a la noticia de la marcha anunciada por el ministro de Consumo y coordinador general de Izquierda Unida, Alberto Garzón, de la política. Una despedida que se daba por hecha cuando ya no repitió en las listas de Sumar el pasado 23 de julio.

“No solo cederé el testigo dentro del Consejo de Ministros, sino que también cesaré en mi responsabilidad como coordinador de IU. Se trata de una decisión muy meditada y que formaba parte de la hoja de ruta”, anunciaba Alberto Garzón, un movimiento en el que muchos ven la mano de Yolanda Díaz detrás para controlar del todo IU, una de las piezas que más ha defendido Sumar.

Alberto Garzón, el primer ministro de IU de la democracia, no pasará a la historia por su gran acción de Gobierno, sino que dirigía un ministerio, Consumo, condenado a desaparecer, que crearon adrede para él, y donde tenía poco margen de maniobra. Sin embargo, deja varios episodios para el recuerdo entre polémicas con chuletones, huelgas de juguetes, dulces y hasta su fastuosa boda.

Las polémicas de Alberto Garzón

Alberto Garzón concedió al diario británico The Guardian una entrevista en la que aseguró que España exporta carne de "mala calidad", algo que provocó la ira del sector ganadero y cárnico y hasta peticiones de dimisión. Alberto Garzón se justificó en que había sido un error de traducción e interpretación del diario.

No era la primera vez que tropezaba con la carne. El ministro de Consumo recomendó a los españoles que redujesen su consumo de carne “porque perjudica a la salud y al planeta”. Unas declaraciones que le valieron hasta la contestación de Pedro Sánchez ante el revuelo: "a mí, donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible".

Otra de las polémicas en las que Alberto Garzón fue la “huelga de juguetes”, el anuncio en el que pretendía denunciar juguetes sexistas pero que muchos interpretaron como decirles a los padres, madres y niños que juguetes comprar o con qué jugar.

El tema de los dulces también fue controvertido. Alberto Garzón anunció que la publicidad dirigida a niños de chocolates, dulces, galletas, helados, bebidas y otros alimentos considerados "poco saludables" quedaría prohibida este año 2022. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, contestaba con un visual “dulces no, pero drogas sí”.

Alberto Garzón también acusó al sector turístico y hostelero como un sector "de bajo valor añadido, estacional y precario", declaraciones que provocaron la censura del sector turístico.

Y como buen comunista, acusó al Rey de maniobrar "contra el Gobierno e incumplir la Constitución” o que España tenía "síntoma de déficits democráticos graves" por la la detención del rapero Pablo Hasel.

En medio de todo, Alberto Garzón también tuvo tiempo para una fastuosa boda en unas bodegas de La Rioja con Anna Ruiz, boda donde sí se sirvió solomillo, y a la que acompañó otro viaje de alto standing por Nueva Zelanda.