El campo, los transportistas y el Sáhara desatan la guerra entre PSOE y Podemos

La coalición de Gobierno se derrumba. Las últimas decisiones tomadas por Pedro Sánchez desde que estalló la guerra en Ucrania no han parado de enrarecer el ambiente entre PSOE y Unidas Podemos. El apoyo de los morados a las manifestaciones del sector del campo, su 'no' a enviar armas a los ucranianos y ahora el giro radical del presidente al respecto del Sáhara han terminado por dinamitar el pacto de investidura.

A ello, hay que unir el total aislamiento de los ministros de Unidas Podemos en las reuniones clave de los últimos días. Solo Yolanda Díaz, la única interlocutora válida para Sánchez, se ha sentado a la mesa con los partidos para pactar el plan de respuesta a la crisis que prepara el Gobierno y este lunes, en la reunión con los transportistas estarán solo los socialistas, aunque eso sí, la organización convocante de la huelga, la Plataforma de Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera, no está invitada. 

Feijóo reprocha la falta de consenso y unilateralidad de Sánchez con el Sáhara

De esta manera, Podemos ha continuado con su estrategia de hacer oposición al propio Gobierno del que forma parte.  Este fin de semana, han reiterado que su plan para paliar los estragos de la crisis  pasa por "reforzar el escudo social y verde" ante los efectos económicos y sociales del conflicto. "Es importante ahora bajar los precios de la electricidad, asegurar un mercado en el que las energías mas baratas no se paguen al precio de las más caras", ha defendido, al tiempo que ha abogado porque las grandes eléctricas "paguen lo que tienen que pagar".

Además, lo hacían mientras se manifestaban contra el envío de armas a Ucrania, y marcaban una posición meridianamente contraria a la de Sánchez respecto al Sáhara. La portavoz de Podemos, Isa Serra, ha acusado al PSOE  "entregar" a los de los saharauis, en una crítica ante el reciente apoyo de España al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental.

Para Serra, este giro dado por el presidente del Gobierno es "injustificable" y "no se sostiene" porque no coincide con la posición de España "de siempre" respecto al Sáhara, ni con la del Gobierno de coalición, la del programa electoral del PSOE o las resoluciones de la ONU.

"No entendemos el giro injustificable respecto al Sáhara, ni cómo se puede pretender defender los derechos de los ucranianos mientras se entregan los de los saharahuis. Tenemos un compromiso en nuestro país con el pueblo saharaui y con los derechos humanos".

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— PODEMOS (@PODEMOS) March 20, 2022

"No es el camino", espetó este domingo durante una manifestación por la paz en Ucrania en Madrid, donde ha recordado que España tiene un "compromiso" con el pueblo saharaui. "No entendemos cómo se puede pretender defender los derechos de los ucranianos, mientras se entregan los derechos humanos de los saharahuis", ha zanjado.

Y es que, parece que esta ha sido la gota que ha colmado el vaso y la sensación es que Sánchez ya está preparándose para unas elecciones, tal y como avisó uno de sus socios preferentes, el PNV. La fragilidad de su coalición es total debido, por una parte, a las tensiones internas en el seno de Unidas Podemos, aunque estas se han suavizado después de que Yolanda Díaz mostrase su total rechazo a las decisiones del presidente sobre el Sáhara.

Pero también porque el ala socialista ha apartado a los morados de cualquier tipo de decisión importante. Ni se sientan con los transportistas, ni con los representantes del campo, ni tampoco tienen ni voz ni voto en materia internacional, ni de defensa. 

Planea la sombra del adelanto electoral

Por ello, todos empiezan a velar armas ante un futuro adelanto electoral que Sánchez ha negado por activa y por pasiva, pero dados sus antecedentes nadie le cree. De hecho, el propio Pablo Iglesias ya lo barrunta desde alguna de sus atalayas mediáticas donde manda sus recados a las bases moradas.

El exvicepresidente, desde la web Ctxt.es, ha mandado un aviso a navegantes. "Si Sánchez quiere sacar a UP del Gobierno puede hacerlo mañana mismo. Tiene el poder de decidir que el Gobierno pierda 34 diputados imprescindibles y que ERC y Bildu se replanteen las cosas", ha asegurado.

Y por eso, el mensaje que lanza ahora ya no está pensado para convencer al presidente de que se replantee sus decisiones, sino que marca directamente el perfil que deben mantener los líderes morados de cara a unas futuras elecciones. Convencer a la gente de izquierdas de que "el PSOE es un socio de gobierno necesario para hacer políticas progresistas pero que no es necesariamente una fuerza política de izquierdas, aunque sus bases electorales y militantes sí lo sean". 

De hecho, una vez que las manifestaciones masivas de este fin de semana han demostrado que la izquierda ha perdido el favor de la calle, desde Unidas Podemos tratan de reconquistarlo. O al menos lo intentarán, pues la sensación es que el Gobierno está más solo que nunca y en cualquier momento puede explotar.