Ibarra exige a Sánchez que cumpla y las bases voten sobre los indultos

Pedro Sánchez llegó a convertirse en líder del PSOE apelando a las bases y precisamente eso es lo que plantea ahora uno de los muchos exdirigentes socialistas críticos con el indulto que el Gobierno pretende conceder a los independentistas, que las escuche y convoque un referéndum sobre el asunto entre los militantes.

Así lo ha exigido el que fuera presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que en una entrevista en Telecinco ha solicitado que las bases socialistas puedan votar y decidir si se conceden o no los indultos a los líderes del 'procés'.

Ferraz da la espalda a sus bases pese a los abrumadores sondeos internos

 De hecho, el exdirigente ha recordado que la actual dirección del PSOE "llegó al poder diciendo que quería que hablara la militancia". "Lo mejor sería que se hiciera un referéndum, que hace tiempo que no hablan las bases, y en función de ello, que el Ejecutivo tome las decisiones", ha apuntado.

Sin embargo, esta solicitud choca frontalmente con la línea marcada desde Ferraz, que quedó clara en boca de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, el pasado viernes, cuando intentó acallar la rebelión de los barones socialistas.

Calvo zanjó que los indultos son "una cuestión política", y avisó de que la única postura del partido es la que decide "la ejecutiva presidida por el secretario general", despreciendo sin pudor tanto a los históricos socialistas como a las propias bases, con las que se había comprometido a contar después de la llegada de Sánchez a la Secretaría General.

Pero además, tienen una razón de peso para no hacerlo, ya que tal y como explicó ESdiario, en el PSOE ya circulan los primeros trackings de urgencia (sondeos informales) que confirman el rechazo mayoritario a los indultos entre la militancia socialista. Algunas encuestas más elaboradas ponen cifra a ese rechazo, 3 de cada 4 afiliados o simpatizantes se opone al perdón gratis total a Oriol Junqueras. Más del 70% del censo.

Mientras tanto, desde el Gobierno ya se ha marcado el discurso oficial, haciendo pedagogía en favor de la medida de gracia para favorecer la convivencia en Cataluña, un discurso que no convence a nadie salvo a los que intentan justificarlo.