La agenda galáctica de Díaz empuja a Belarra y Montero al ostracismo en Podemos

La muy cuidada y perfectamente diseñada Operación Yolanda va a entrar en las próximas horas en una nueva fase y con un nuevo objetivo tras el roadshow protagonizado en las últimas semanas por la vicepresidenta segunda de Pedro Sánchez por todos los medios de la izquierda.

El reducto 'pablista' está que trina. Con Belarra y Montero a la cabeza, en ese grupúsculo marginado por Díaz en su toma de decisiones están Sofía Castañón, Pablo Echenique, Rafa Mayoral, Juanma del Olmo y Nacho Álvarez

Ni el más poderoso Alfonso Guerra con Felipe González, ni el más ambicioso Rodrigo Rato con José María Aznar, ni el eterno segundo Rubalcaba con José Luis Rodríguez Zapatero ni Soraya Sáenz de Santamaría con Mariano Rajoy osaron hacer sombra a sus jefes como Yolanda Díaz está haciendo con Pedro Sánchez.

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La visita este sábado de la ministra de Trabajo al Vaticano para protagonizar una audiencia con el Papa Francisco ha provocado estupor en un ala de La Moncloa y en todo el PSOE. Porque ni Díaz es una católica practicante ni tiene competencias relacionadas con el Concordato. Cabe recordar que en 2020 lo más lejos que llegó Carmen Calvo -con las competencias sobre las relaciones Gobierno-Iglesia en su maletín de vicepresidenta primera- fue hasta el despacho del secretario de Estado, Pietro Parolin.

Cara a la galería, por razones obvias, Belarra ha puesto este viernes al mal tiempo buena cara. "Es estupendo. Me parece fenomenal. Y creo que es la mejor noticia porque tenemos mucha sintonía de las luchas contra las injusticias sociales que tiene el Papa", ha dicho, preguntada en los pasillos del Congreso por el sorprendente viaje de Díaz a Roma.

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Pero donde ha provocado sorpresa y enfado el acto agendado de Díaz es en Podemos, donde se ve el debut internacional como la puntilla política a Ione Belarra y a Irene Montero, definitivamente empujadas por la dirigente de Izquierda Unida a las catacumbas internas y al ostracismo externo.

Según las fuentes consultadas por ESdiario, el reducto pablista en la dirección morada está que trina. Con Belarra y Montero a la cabeza, en ese grupúsculo marginado por Díaz en su toma de decisiones y en su estrategia están Sofía Castañón, Pablo Echenique, Rafa Mayoral, Juanma del Olmo y Nacho Álvarez, todos de estricta obediencia a Pablo Iglesias.

Este núcleo acusa a Díaz en los ámbitos internos de marginar las iniciativas legislativas de Belarra y Montero para priorizar sus éxitos. Véase la ley Rider, la prórroga de los ERTE, la subida del SMI o el previsible acuerdo sobre la reforma laboral.

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A ello se junta la paulatina reducción de la presencia mediática de las ministras de Derechos Sociales e Igualdad, su cada vez menor participación en las ruedas de prensa tras el Consejo de Ministros y un mayor control de sus mensajes en las redes sociales. Mientras, otro sector de Podemos reclama a Belarra que dé todos los galones a Díaz.

Es el caso de Gloria Elizo, que está misma semana ha entonado un comentado "dejemos de mentirnos" avalando el nuevo Frente Amplio de la número tres del Gobierno. Yolanda Díaz quiere todo el foco para ella y todo el tiempo. La codiciada foto con el Papa envía a Belarra y Montero al ostracismo. Tal vez, descartadas rebeliones internas, definitivamente.