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Pedro Sánchez
Pedro Sánchez

Un estudio desmonta la política fiscal de Sánchez que castiga a los conductores

Según un grupo de científicos, los motores diésel de nueva generación castigados fiscalmente por el Gobierno tienen un impacto menor que los coches eléctricos

| Miguel Centeno España

Desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa en el año 2018 mediante la moción de censura a Mariano Rajoy, uno de los puntos esenciales de su programa de gobierno ha sido el de aplicar nuevos impuestos y subir los ya existentes a los coches con motor de combustión. Especialmente un tipo de propulsor: el diésel. 

Un tipo de motor que usan mucho los profesionales, comerciales, empresarios y transportistas debido a su menor consumo. Eso sí, diversos estudios aseguran que es más perjudicial para el medio ambiente, aunque ahora parece que las cosas han cambiado: Un informe del Colegio Oficial de Ingenieros de Valladolid ha concluido que el coche diésel de nueva generación tiene un impacto medioambiental muy similar al de un coche eléctrico. 

El estudio realizado muestra un análisis en el que se tienen en cuenta factores como el tiempo de vida útil de cada vehículo o el impacto ecológico que tiene fabricar cada coche. Es evidente que el vehículo eléctrico es menos dañino para el medioambiente mientras está circulando, pero el estudio revela que, en un periodo de tiempo concreto y teniendo en cuenta lo que ha costado (medioambientalmente) producirlos, ambos vehículos tienen un impacto similar para el planeta. 

Dentro del análisis de este estudio, se evidencian las limitaciones considerables del coche eléctrico, como la complejidad en el proceso de fabricación para obtener ciertas materias primas imprescindibles para la creación de las baterías. Es el caso del codiciado litio, fundamental para almacenar la energía necesaria para mover el motor. 

También se refleja en el estudio que es muy destacable la falta de autonomía de los coches eléctrico europeos, los cuales no están pensados generalmente para grandes viajes (más de 650 kilómetros) o para una conducción deportiva. Otro dato importante de este informe es el del impacto medioambiental brutal que producen las baterías eléctricas una vez dejan de ser útiles. 

De momento se desconoce cuál puede ser el destino final de estas baterías ni cómo será el proceso de reciclado, si lo hay, cuando sean inservibles. Y es que de momento el coche eléctrico no es mayoritario y, por eso, no hay todavía baterías inservibles suficientes para que supongan un problema. Sin embargo, tampoco de ha descubierto el proceso perfecto para que este reciclaje se lleve a cabo de forma eficiente. 

Más impuestos al diésel, mismo impacto medioambiental

Este estudio deja en evidencia las políticas medioambientales nefastas de Pedro Sánchez, ya que los motores diésel de nueva generación están fabricados con filtros diseñados para emitir prácticamente lo mismo que los de combustión a gasolina. Aún así, desde hace tres años el Gobierno se ha empeñado en imponer cargas fiscales a este tipo de vehículos.

Lo ha hecho mediante los conocidos como “impuestos verdes”. El más conocido, es el aplicado al gasóleo en las estaciones de servicio, lo que ha llegado a incrementar hasta un 15% el precio final de los repostajes según datos de la patronal del sector. 

A este impuesto hay que sumarle las nuevas cargas fiscales sobre venta de hidrocarburos a minoristas, el impuesto de vehículo de tracción mecánica, impuestos especiales a transportistas, impuesto de matriculación o el impuesto sobre la importación de vehículos.