El Gobierno condena al Rey a un nuevo bochorno institucional. Y el Jefe del Estado queda obligado a ser testigo de una nueva bronca entre dos de los tres poderes del Estado.
El calendario institucional es caprichoso. Y la agenda de esta primera semana oficiosa de arranque del curso político va a volver a situar al Gobierno ante el espejo.
Si este lunes fue el presidente del Poder Judicial, Carlos Lesmes, el que regresó con duras críticas a Moncloa, este miércoles será el acto solemne de la apertura del Año Judicial, que el Rey Felipe va a presidir en plena guerra total entre el presidente y su ejecutivo y la carrera judicial.
Y el jueves, Bruselas pondrá una vez más nota al estado de derecho en España. Y el avíspero de la renovación del CGPJ augura un serio rapapolvo de Europa a Sánchez.
Pero comenzando por lo primero, el Rey regresa al caserón de la Plaza de la Villa de París en Madrid -sede del Tribunal Supremo- para presidir este miércoles el tradicional y protocolario acto de la apertura del Año Judicial, una de las citas institucionales que marcan el regreso de la actividad política.
Y las maniobras, el juego sucio y la desidia de Moncloa van a empujar a Felipe VI a asistir impotente a una nueva bronca entre los poderes del Estado.
El Rey Felipe en la apertura del Año Judicial de 2021, flanqueado entre el presidente del Supremo y la ministra de Justicia.
No será la primera pero sí la más elevada de tono. Porque el presidente del Poder Judicial, Carlos Lesmes, se vio obligado este mismo lunes a salir a la palestra para acusar al Gobierno de "mentir" sobre sus planes y advertir que en estas condiciones de bronca institucional es inviable que el CGPJ puede llegar a un consenso para elegir a sus candidatos para la renovación del Tribunal Constitucional.
Y es que el bochorno en la Judicatura es cada día mayor ante los indisimulados intentos del PSOE de colocar al frente del tribunal de garantías a su hombre en la justicia, Cándido Conde Pumpido, perejil de todas las salsas socialistas en la justicia.
Con este panorama, Felipe VI se verá obligado a inaugurar una ceremonia en la que el nuevo fiscal general del Estado -nombrado a dedo por Sánchez entre la rebelión de la carrera fiscal- leerá la Memoria de la Fiscalía General del Estado firmada por la polémica Dolores Delgado.
Y en la que el presidente del Supremo, Carlos Lesmes, leerá la cartilla a Gobierno y oposición por no blindar al Poder Judicial de la lucha partidista y preelectoral. Un papelón para el Jefe del Estado al que le ha condenado una vez más el presidente del Gobierno.
Ya el año pasado, Lesmes calificó la situación de "insostenible" e instó a las fuerza políticas a que dejaran este asunto fuera de la "lucha partidista" y llegaran a un acuerdo en "las próximas semanas". En aquella ocasión, insistió en que esta anomalía se debía a "causas que le son completamente ajenas" y recordó que son el Congreso y el Senado quienes deben nombrar a los nuevos vocales cada cinco años, un plazo que no es "meramente orientativo", sino que "están obligados" a respetarlo.