| 28 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Sánchez y Rivera durante la firma del acuerdo.
Sánchez y Rivera durante la firma del acuerdo.

Pedro Sánchez le cuela a Rivera sin ser lo pactado dos de sus grandes obsesiones

Aunque no les den los números, la fotografía de ambos ocupando la centralidad política hace un daño tremendo al PP y Podemos. A unos los arrincona a la derecha; a los otros, a la izquierda.

| Ana Isabel Martín España

"Para Ciudadanos hubiera sido más cómodo quedarse en un rincón, pero hemos preferido bajar a la arena". Así resumió Albert Rivera su decisión de aliarse con Pedro Sánchez para un "acuerdo de gobierno reformista y de progreso" -así lo llamó- para el que uno y otro reconocieron que los números no dan.

No importa demasiado por ahora. Lo importante este miércoles era escenificar que Sánchez y Rivera han ocupado la centralidad con una foto para la que ambos posaron pletóricos y que hace mucho daño al Partido Popular y a Podemos, casi a partes iguales.

A los de Mariano Rajoy porque se salen de la imagen por la derecha, relegados al papel de oír, ver y callar a pesar de haber ganado las elecciones. Por más que Rivera y Sánchez animaran a "las derechas" a unirse, ¿cómo iba a planteárselo siquiera el PP si el pacto de 200 puntos suscrito es una enmienda a la totalidad de la gestión de Rajoy?

No en vano entre otras cosas incluye la derogación de la ley de Educación, de la prisión permanente revisable, de la reforma laboral y de la ley de Seguridad Ciudadana. Aunque en estos dos últimos puntos, dos obsesiones de Sánchez, éste habló de derogar y en el documento no figura tal cual. Es más, Rivera nunca ha abogado por suprimir ninguna de las dos sino por reformarlas para mejorarlas. 

Sobre la reforma laboral de Rajoy el texto habla de "un cambio en el marco de las relaciones laborales para empezar a resolver los problemas del paro y la precariedad laboral. Es necesaria una redefinición del marco de relaciones laborales que cierre la brecha entre contratos temporales y fijos".

Sobre la llamada ley mordaza sostiene: "Se reformará la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana para revisar los preceptos que han sido recurridos ante el Tribunal Constitucional y aquellos otros que reconocen facultades excesivas de intervención por las fuerzas de seguridad".

Si la foto de Sánchez y Rivera deja al PP aislado a la derecha, a Podemos le sucede lo mismo a la izquierda. Por más que Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y demás portavoces de la formación morada vengan desde este martes ejerciendo su derecho al pataleo, el socialista ha conseguido bajar los humos a Podemos, que no se crea el ombligo de una negociación que ha seguido su curso sin él.

En efecto, 90 y 40 no suman más que 130, pero eso lo sabía el candidato a la investidura desde un principio. "Quienes dicen que no suma no han entendido nada. Sí suma porque es un acuerdo histórico que propone solución al atasco político", remachó.

Entre las 200 medidas las hay de todo tipo y color. Desde la oposición por escrito a "todo intento de convocar un referéndum con el objetivo de impulsar la autodeterminación de cualquier territorio de España" a la mejora de la calidad del empleo, pasando por la reforma del Senado; un pacto educativo, obligar a los partidos por ley a celebrar primarias, medidas contra la corrupción, no más subidas de impuestos, el compromiso con la estabilidad presupuestaria, una sanidad universal y gratuita para todos...