| 04 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Pablo Iglesias, frente a la sede de Podemos en Madrid, rodeado de periodistas.
Pablo Iglesias, frente a la sede de Podemos en Madrid, rodeado de periodistas.

Caza de brujas en Podemos por la APM: Iglesias sabe quien conspiró desde dentro

Los pablistas ven en la denuncia por acoso a los periodistas el último rescoldo de la guerra con los afines a Errejón. Una promesa incumplida podría estar detrás de todo.

| ESdiario España

"Aquí, ni olvidan ni perdonan", asegura un diputado errejonista para referirse a la polémica suscitada esta semana por el comunicado de la APM en el que se denunciaba una campaña de acoso y amedrentamiento generalizado contra los periodistas que habitualmente siguen la información del partido de Pablo Iglesias.

En el entorno del secretario general, según ha sabido ESdiario de fuentes parlamentarias, hay auténtica "indignación" por una denuncia, tras la cual algunos pablistas ven el último rescoldo del exnúmero dos, Iñigo Errejón

En las últimas horas -pese al voluntario enfriamiento de la polémica y tras la crisis abierta también en la propia Asociación de la Prensa de Madrid- Iglesias ha puesto en marcha una verdadera caza de brujas ya que considera que el promotor de la poco común denuncia de los informadores "está en casa".

El líder ve la mano de su gran enemigo mediático, el Grupo Prisa de Juan Luis Cebrián y la complicidad de su antiguo amigo, Iñigo Errejón, mimado por el editor de la SER y El País.

Según las fuentes consultadas, el exportavoz parlamentario se habría querido vengar de Iglesias por el incumplimiento de un compromiso alcanzado entre ambos y que afectaba a una veintena de leales al derrotado en Vistalegre 2.

Y es que Errejón había pedido que se respetara a su equipo de comunicación y redes sociales instalado en la sede de la calle Princesa y encabezado por Eduardo Rubiño y la diputada bilbaína Nagua Alba. Alba conserva su escaño pero Rubiño y otros venticinco trabajadores fueron despedidos fulminantemente y sin contemplaciones la pasada semana, como había adelantado este diario en exclusiva.

Entre los pablistas ha provocado un fuerte malestar el hecho de que la APM, en su comunicado del lunes, matizara claramente que la denuncia de los informadores quedaba circunscrita al entorno más cercano de Iglesias.

"La Asociación de la Prensa de Madrid ha recibido una petición de amparo de un grupo de periodistas que se sienten acosados y presionados por el equipo directivo de Podemos, encabezado por Pablo Iglesias, así como por personas próximas a ese círculo", aseguraba la nota de la organización que preside Victoria Prego.