| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Don Juan Carlos, en su última visita a España, en Sanxenxo.
Don Juan Carlos, en su última visita a España, en Sanxenxo.

Dos años de maltrato de Frankenstein a Juan Carlos con la complicidad de Sánchez

Este miércoles se cumple el segundo aniversario del destierro del Emérito, urdido por Moncloa bajo la presión de Podemos y el resto de los socios del PSOE.

| Miguel Blasco España

"No corresponde al Gobierno responder a esa cuestión". Es posible que este martes, en el primer despacho veraniego entre el Rey Felipe y Pedro Sánchez, sobre el Palacio de la Almudaina, en Palma de Mallorca, haya planeado la figura de Juan Carlos I. Porque sobre la política española pesa el segundo aniversario de la anómala marcha del antiguo Jefe del Estado, obligada por el veto y maltrato del sanchismo.

Cuando el 3 de agosto de 2020 el Emérito puso rumbo a Emiratos Árabes Unidos lo hizo con la sombra de la justicia planeando sobre su cabeza y con la intención declarada de no entorpecer la labor de su hijo. Dos años después, Don Juan Carlos ha hecho por ahora de Abu Dhabi su residencia permanente -obligado por las circunstancias en España- y ha realizado solo una breve visita a España, aunque menos privada de lo que se esperaba.

 

El que fuera Rey durante casi 40 años partió sin fecha prevista de retorno, acosado el Gobierno y por sus propias polémicas actuaciones en el ámbito privado y también financieras que terminaron por ponerle en el punto de mira de la Justicia.

En junio de ese año, la Fiscalía había abierto diligencias respecto al supuesto cobro de comisiones por el Emérito por la concesión del AVE a La Meca a empresas españolas. En noviembre, con Don Juan Carlos ya fuera de España, se abrieron dos nuevas investigaciones.

La primera, por el uso por parte de Don Juan Carlos y otros familiares de tarjetas de crédito opacas con cargo a cuentas en las que no eran titulares los años 2016, 2017 y 2018, después de la abdicación. Y la segunda, relacionada con la existencia de una cuenta con 10 millones de euros a nombre del antiguo Rey en la Isla de Jersey.

En este contexto, y para intentar allanar el camino para su vuelta, el antiguo Monarca llevó a cabo dos regularizaciones fiscales. La primera tuvo lugar el 9 de diciembre de 2020 por 678.000 euros en relación al uso de tarjetas bancarias con fondos del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause.

El 25 de febrero de 2021 se produjo la segunda, por casi 4,4 millones de euros por rentas no declaradas de más de 8 millones de euros de pagos en especie y gastos por viajes a costa de la Fundación Zagatka, a cargo de su primo Álvaro de Orleans-Borbón, quien negó ser testaferro del Don Juan Carlos.

 

El Rey Felipe, con Pedro Sánchez, este martes en Mallorca en la toma de posesión del nuevo fiscal general del Estado.

 

El 5 de marzo, Juan Carlos I envió una carta a su hijo para informarle de que, aunque finalmente había decidido instalar su residencia permanente en Abu Dhabi, quería visitar España.

En la misiva, adelantaba que, "como es natural", tenía la intención de viajar "con frecuencia a España, a la que siempre llevo en el corazón, para visitar a la familia y amigos". Cuando esto ocurra, "tanto en mis visitas como si en el futuro volviera a residir en España, es mi propósito organizar mi vida personal y mi lugar de residencia en ámbitos de carácter privado para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible", precisaba.

Su primera visita debía producirse bajo estos parámetros, pero el resultado no fue controvertido y utilizado por la coalición Frankenstein. Don Juan Carlos aterrizó el 19 de mayo en aeropuerto de Vigo, el mismo desde el que partió en agosto de 2020, y lo hizo a bordo de un avión privado.

Durante sus tres días en Sanxenxo, los movimientos del Emérito fueron seguidos al minuto, observando todos sus gestos, pero este se mostró muy parco en palabras, más allá de comentar lo contento que estaba de poder estar ahí y también de poder reencontrarse con su familia. El que fuera monarca también recibió numerosas muestras de cariño de los ciudadanos durante su estancia.

"Cumbre del reencuentro" en Zarzuela

Pero sin duda, el momento más esperado fue su vuelta al Palacio de la Zarzuela, la que fuera su residencia desde 1962. Aunque tanto la Infanta Elena como Cristina le habían visitado en Abu Dhabi, Don Juan Carlos no había vuelto a ver a Felipe VI ni tampoco a Doña Sofía.

La visita se prolongó durante once horas y permitió a padre e hijo mantener "un amplio tiempo de conversación", que la Casa del Rey no quiso cuantificar. Durante el encuentro, ambos tuvieron ocasión de abordar "cuestiones familiares así como sobre distintos acontecimientos y sus consecuencias en la sociedad española" desde que el Emérito se trasladó al país del Golfo.

El mensaje habría calado en el antiguo Monarca, que finalmente no viajó a España como se esperaba en junio. Su visita habría coincidido con el octavo aniversario de su abdicación y del ascenso al trono de Don Felipe, lo que la convertía en cuanto menos inoportuna. Por lo pronto, su entorno no ha dado detalles de cuándo podría producirse ahora su próximo desplazamiento a España.

Segunda visita pendiente

El primero, al contrario de lo que deseaba el Gobierno, como dejaron claro tanto el propio Pedro Sánchez como otros miembros del gabinete, no sirvió de ocasión para que Juan Carlos diera explicaciones a los españoles sobre su conducta pasada. "¿Explicaciones de qué?", le replicó a un periodista que le preguntó sobre ello.