La OTAN regresa a Madrid con la amenaza de otra bronca entre el PSOE y Podemos

La OTAN vuelve a reunirse en Madrid este mes de noviembre, tras la pasada cumbre de la Alianza Atlántica en el mes de junio. En concreto, la capital de España acogerá la Asamblea Parlamentaria de la OTAN del 18 al 21 de noviembre, una oportunidad para Pedro Sánchez de venderse ante los aliados internacionales de España. Pero en Moncloa también temen otro efecto: otra bronca con sus socios de Podemos y el resto de la coalición Frankenstein.

Por la Asamblea Parlamentaria de la OTAN desfilarán varios ministros socialistas como Calviño, Albares, Bolaños, Robles y Diana Morant. Pero ninguno de Podemos.

En concreto, la Asamblea Parlamentaria de la OTAN está compuesta por 269 delegados de los 30 países miembros de la Alianza Atlántica y tendrá al Congreso y al Senado como anfitriones con motivo de los 40 años de la incorporación de España a la OTAN. En un contexto con la guerra de Ucrania como telón de fondo, esta reunión en Madrid vuelve a tener especial interés para el Gobierno que hará desembarco de los pesos pesado del Ejecutivo. Pero solo los del PSOE.

Desfile de ministros socialistas

Por la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, cuya delegación española está encabezada por la diputada socialista y militar de formación, Zaida Cantera, desfilarán varios ministros socialistas como Nadia Calviño, José Manuel Albares, Félix Bolaños, Margarita Robles y Diana Morant, con el consiguiente escaparate para vender la labor del Gobierno de Pedro Sánchez.

Pero este escaparate puede verse truncado si Podemos y los aliados independentistas del PSOE deciden hacer esta reunión otro motivo de enfrentamiento, como ya hicieron con la cumbre de la OTAN de junio, y por ejemplo cuestionan anuncios que se hagan como hicieron con el compromiso de Pedro Sánchez de aumentar el gasto militar.

En Presidencia existe ese temor a que ministros morados como Irene Montero, Ione Belarra o Alberto Garzón, o incluso la propia Yolanda Díaz, lancen discursos contra la Alianza Atlántica y quiebren la imagen de unidad del Gobierno ante los aliados internacionales. Precedentes hay, ahora falta esperar cómo respita en unos días Frankenstein.