El PP no apartará a VOX pero dejará claro cuál es el programa de Gobierno

Las elecciones de Castilla y León han dejado un panorama claro. El PP ha sido el vencedor de los comicios, con 31 escaños, pero necesita en apoyo de Vox para gobernar la Junta. La incógnita radica en el cómo. Si los de Abascal entran en el Ejecutivo tomando las riendas de alguna consejería o si, por el contrario, se quedan fuera del Consejo de Gobierno como han hecho hasta ahora en el resto de regiones.

Sin embargo, esta última opción, a priori, parece lejana, pues Santiago Abascal ya hizo este domingo toda una declaración de intenciones en su discurso para celebrar el fulgurante ascenso de su formación, que ha pasado de un representante a 13. "A Juan García-Gallardo se le está poniendo cara de vicepresidente", dijo el líder de Vox, marcando el precio de salida de sus votos.

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Además, Abascal aseguró que "los castellanos y los leoneses han hablado" y exigió "respeto al veredicto del pueblo soberano", lo que implica, en su opinión, el "derecho y el deber de formar gobierno" en Castilla y León.

Sin embargo, según fuentes consultadas por ESdiario, desde el PP prefieren apostar por un gobierno monocolor, tras la experiencia con Ciudadanos, y desde Génova ya han marcado el camino. El secretario general de los populares, Teodoro García Egea, señaló a última hora del domingo que "debe" gobernar el PP, dando a entender que no contempla un Gobierno de coalición con Vox. Según García Egea, Mañueco "tiene la legitimidad de darle a los castellanos y leoneses un Gobierno que pueda sin ataduras" llevar adelante las ideas y propuestas del PP. 

"Esta mayoría es suficiente para que gobierne el PP"

Aun así, pese a las palabras de Egea, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha dejado claro, en una entrevista en Cope, que "quien se presentaba a las elecciones es el PP de Castilla y León y quien va a tomar la decisión es el PP de Castilla y León", aunque su postura no dista demasiado de la ya marcada por Génova.

"Esta mayoría es suficiente para que gobierne el PP". "Nunca hemos hablado de una mayoría absoluta, sino de una mayoría para gobernar", ha sentenciado . Sin embargo, ha abierto la puerta al diálogo con todas las formaciones de cara a una investidura, para la que solo necesita una mayoría simple en una segunda votación.

Mañueco: "El proceso de diálogo tiene que ser sobre la base de un programa de gobierno, sobre la gestión de la sanidad, la educación, la recuperación económica... son muchas las cuestiones sobre las que tenemos que dialogar".

"Las urnas me han pedido diálogo y es lo que voy a hacer, nos sentimos cómodos en el diálogo, hemos sido capaces de llegar a acuerdos con el diálogo social, universidades, asociaciones del tercer sector... Y eso es en lo que me voy a empeñar. A partir de ahora, toca diálogo, porque todos somos los representantes del pueblo de Castilla y León y todos tenemos algo que aportar", ha añadido.

Pero eso sí, ha dejado clara su línea roja y sobre la que piensa articular cualquier negociación: el programa del PP.  "El proceso de diálogo tiene que ser sobre la base de un programa de gobierno, sobre la gestión de la sanidad, la educación, la recuperación económica... Son muchas las cuestiones sobre las que tenemos que dialogar. La gente de Castilla y León quiere que hablemos de sus problemas, no del reparto de sillones", ha aseverado.

De esta manera, el PP no está dispuesto a dar la espalda al que parece su socio natural, Vox, pero pondrá sus condiciones. Mañueco hará valer su mayoría en las urnas para imponer su programa, ya que es el mismo que le ha llevado a ganar las elecciones, y los de Abascal tendrán que aceptar dichos principios. Ese es el punto de partida. Mañueco no desdeñará el apoyo de Vox, pero tampoco lo aceptará si el peaje es demasiado alto.