| 02 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Francina Armengol, presidenta del Congreso
Francina Armengol, presidenta del Congreso

Óscar Puente y Armengol, a prueba esta semana en el Congreso: ¿abuso de poder?

La semana parlamentaria pone a prueba el talante democrático del ministro y de la presidenta de la Cámara. Escándalo a la vista con la amnistía y las elecciones gallegas en el epicentro

| Benjamín López España

Nos espera una semana movida en el Congreso de los Diputados con dos citas en el punto de mira que amenazan con hacer correr ríos de tinta y convertirse en dos nuevos escándalos. Uno tiene que ver con la presidenta de la Cámara, Francina Armengol y la tramitación de la ley de amnistía que el martes pasado sufrió un duro revés al votar Junts en contra de la norma. El otro escándalo en ciernes está relacionado a Óscar Puente, su participación en la sesión de control al Gobierno y el uso partidista de las instituciones.

El martes a las 10 de la mañana se reúne la Mesa del Congreso que tiene que decidir qué ocurre con la ley orgánica de amnistía, rechazada la semana pasada por el Pleno por 179 votos en contra y 171 a favor. Ese resultado, inédito hasta la fecha, implica, según el PP y Vox, que la norma ha decaído, es decir, que ya no se puede seguir tramitando. Eso no impediría, no obstante, que se registre una nueva ley, incluso idéntica, que iniciaría el proceso desde cero. Lo que conllevaría es un retraso de todo el proceso, nada más.

La presidenta de la Cámara, Francina Armengol, no obstante considera que "es una interpretación francamente sorprendente" del Reglamento y que lo procedente es que la ley vuelva al paso anterior, a la Comisión de Justicia. Es previsible que Armengol acuda a la reunión de la Mesa con un informe del Letrado Mayor, Fernando Galindo, que -salvo sorpresa mayúscula- dé la razón a las tesis de la presidenta o, lo que es lo mismo, de Pedro Sánchez y su mando a distancia desde la Moncloa.

 

Además, la mayoría del PSOE y Sumar en la Mesa hará que la amnistía siga adelante. Eso sí, parece seguro que ese asunto no acabará ahí: el PP y Vox presentarán un recurso de amparo ante elTribunal Constitucional, convencidos de que la ley de amnistía actual ha decaído. La suerte de ese recurso se verá. Aunque es probable que la mayoría de izquierdas, el famoso 7-4, el recurso enreda y dificulta la tramitación de la ley.

La sesión de control: propaganda electoral del PSOE

Al día siguiente, el miércoles, se celebra a las 9 de la mañana la sesión de control al Gobierno, la única antes de las elecciones gallegas del 18 de febrero. El Gobierno ha ideado una treta para convertirla en un acto propagandístico de cara a esos comicios, de tal forma que un diputado gallego va a preguntar al ministro de Transportes, Óscar Puente, por las infraestructuras que tiene previstas el Gobierno en esa comunidad autónoma.

La idea es que Puente pueda dar un mitin de la apuesta de Pedro Sánchez por Galicia e incluso no se descarta algún anuncio para reforzar la candidatura del socialista José Ramón Gómez Besteiro, hundido en las encuestas. La práctica de que los diputados del PSOE pregunten al Gobierno se desterró tras los Gobiernos de Aznar por su escaso talante democrático y su clara intencionalidad de utilizar las instituciones de manera partidistas. Pedro Sánchez, sin embargo, la rescató y ya la utilizó para entrometerse en las elecciones de Castilla y León unos días antes de que los ciudadanos fueran a las urnas .

Entonces hubo una reacción unánime de la oposición, no solo desde el PP, Cs y Vox, sino también de otros como PNV y PDeCAT que calificaron ese comportamiento del Gobierno de "bochornoso" y "esperpéntico". Es probable que el miércoles asistamos a algo muy parecido. Y es que el Gobierno ha sido ya reprendido y multado en numerosas ocasiones por utilizar la sala de prensa de la Moncloa como escenario de mítines partidistas y hemos visto además la arbitrariedad de Armengol y la Mesa del Congreso a la hora de actuar, siempre favoreciendo los intereses de Sánchez o del PSOE y Sumar.